ROSARIO 2121 (CAPITULO II)

PRIMERA PARTE PUBLICADA EN «De puño y letra» EL 18 DE NOVIEMBRE DE 2023

ESCRIBE FABIAN ARIEL GEMELOTTI

Anita se queda en su casa con su madre y la amiga de su madre y las tres mujeres extrañas. Me voy a mi casa caminando, estoy a pocas cuadras y debo caminar rodeado de obscuridad. No tengo miedo pero los ruidos de la noche me hacen dar vuelta la cabeza mientras camino. Voy pensando si lo que viví fue un sueño o real. No entiendo lo que pasó; no soy muy inteligente para comprender.

Quiero llegar a mi casa para acostarme porque me debo levantar temprano para ir al colegio. Ya son las doce y veinte y no hay nadie en la calle. La gente duerme y las ventanas están cerradas y siento ronquidos cuando paso por alguna ventana; ronquidos que traspasan las ventanas y se hacen débiles pero audibles en la vereda.
Voy caminando pensando y de repente siento un golpe en la cabeza…
Despierto en una habitación con un olor muy particular, es el mismo olor del cuarto donde estuvimos con Anita atados; sueño o realidad, eso todavía no podía saberlo.

Se abre una puerta y aparece la mujer alta de cabellos obscuros y piel muy blanca. Está desnuda y unos senos muy grandes y de pezones rosados se bambolean y se van acercando a mí. No estoy atado esta vez pero me siento débil y estoy temblando. La mujer pone su mano en mi rostro y unos colmillos enormes se arriman a mi cuello y se clavan y siento como chupa mi sangre. Retira los colmillos y retrocede y me mira con ternura.
-Walter F. eres muy bello y perdona que haya tomado algo de tu sangre pero la necesito para vivir.
Estoy aterrado y le pregunto con voz lastimosa dónde estoy.
-En mi cuarto. Hay muchas cosas que debo explicarte y te necesito Walter F.
La mujer se arrima a mi rostro y sus labios me besan. Siento su lengua entrar en mi boca pese a que me resisto a sus besos. Corre mi cierre y se mete adentro su mano y baja por mi calzoncillos y agarra mi pene. Siento una sensación entre placer y terror. Y mi pene empieza a hincharse y la mujer saca la mano y retrocede y me mira fijo.
-Es un pene suave y gordo y grande. Me gusta tu pene. Pero todavía no…
La mujer me dice que debo cumplir otra misión. Es una mujer de una belleza extraordinaria. Sus tetas son grandes y redondas y sus pezones de un rosado saludable.

Pienso en Anita que tiene tetas chiquitas y su cuerpo es muy delgado y su rostro tan infantil. La mujer me dice que debo viajar nuevamente en el tiempo. Me explica que esta vez debo ir también al año 2121 pero no debo matar a nadie. Debo ir y llevar una carta a la Comunidad de las Tetonas.
Me toma de la mano y me conduce al mismo vehículo extraño de antes y me siento y veo luces y luces y el vehículo tiembla. Estoy aterrado. Esta vez no cierro los ojos y miro y veo derrumbes, mujeres tetonas corriendo por las calles, veo a hombres sangrando, todo en una sucesión muy rápida como en un filme mudo.

El vehículo se detiene en la misma casa de antes y la mujer de pelo obscuro aparece y me dice que baje. Bajo temblando y vomito. La mujer se arrima y me da un beso. Me toma de una mano y me conduce a una cama redonda y me dice que me desnude. Obedezco como un sirviente y quedo completamente desnudo. Ella se saca un vestido obscuro y su cuerpo es extraordinario, antes al verla desnuda no había advertido su belleza pero ahora me deslumbra; debe tener unos cuarenta años. Nos acostamos en la cama y nos besamos con ganas. La penetro y su cuerpo es grandioso. Sus movimientos me hacen sentir un placer jamás experimentado. Estamos así media hora hasta que me siento libre y mi semen se desparrama ahí adentro de ella.
-Waltee F. tu pene me hizo recordar mi juventud cuando amaba a un hombre. Hacía años que no hacía el amor.
Nos vestimos y me da unas instrucciones y me da billetes de un millón de dólares y me dice que vaya a tal dirección a cumplir mi misión. Llevo una carta a La Comunidad de las Tetonas.

Al salir a la calle un taxi volador desciende y se para a mi lado. Es la taxista amiga y me subo y me dice: «con las chupadas de tetas que me diste el otro día pude cambiar el taxi». Es muy fea la taxista pero siento un cariño muy grande por ella. Para el taxi y se va al asiento trasero donde yo estoy y le chupo las tetas un rato. Y así le acreditan dinero. Quiero ser agradecido con la taxista.

El mundo del 2121 es un mundo muy raro. Todos andan con ese aparatito raro y miran a la pantalla. Las mujeres son todas tetonas y algunas tienen barba. Los hombres son todos panzones y andan con el pene al aire, un pene cortito que parece un maní de chocolate.
Le pregunto a la taxista algunas cosas y me dice: «los hombres toman mucha Coca Cola y eso les fue achicando el pene. Y son todos panzones, es que comen mucho. Es el bienestar, vivimos con abundancia y se hacen grandes comilonas».

Yo no entiendo nada, no soy un tipo muy inteligente. Le pregunto si siempre fue así y me dice que todo cambió a partir de la Revolución de las Mujeres. «Mi abuelo era delgado y dice mi tía que era muy lindo y que tenía un pene largo y gordo». Me cuenta que su abuelo murió en la Gran Batalla contra las Mujeres y que su Abuela fue asesinada ajusticiada por defender a su Abuelo.

Le pregunto si todas las mujeres son tetonas y me dice que sí. «Si nacen con tetas chiquitas son decapitadas».
Estamos llegando a donde nos dirigimos. Estoy nervioso. Debo entregar la carta y cumplir mi misión…

(CONTINUARA)

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