POR FEDERICO BARAVALLE [*]
Nacido un 24 de junio de 1789 en Corrientes, de origen Afroindígena y en el seno de una familia esclava; recibe su nombre del estanciero para el que trabajó su familia. Su juventud se ciñe en el olvido más oscuro que azota a los de su “tipo”, un hombre común con más perjuicios que expectativas de alcanzar sus metas en la patria grande de la Argentina en construcción.
A la edad de 23 años decide tomar las riendas de su destino y se incorpora al grupo de valientes hombres que asumirán la responsabilidad de defender la lucha revolucionaria iniciada en 1810. Las habilidades para montar a caballo, y su sentimiento patriótico lo llevaron a incorporarse a las filas del Regimiento de Granaderos a Caballo creado recientemente por el entonces Teniente Coronel José de San Martín, para combatir contra los realistas.
En enero de 1813 San Martín es solicitado para diligenciar a sus hombres al convento de San Carlos Borromeo, en la provincia de Santa Fe, donde los realistas se habían apersonado como hacían normalmente para buscar provisiones en los pueblos costeros. El Teniente Coronel no dudó en responder las misivas con una fervorosa aprobación. Y así, abandona junto a sus hombres el cuartel de entrenamiento en Retiro para emprender el viaje hacia Santa Fe.
A principios de Febrero de 1813, Cabral, junto con todos los granaderos a caballo llegan al convento y se resguardan dentro, a la espera de una señal para combatir.
El 3 de Febrero de 1813 al son del…
“Febo asoma, ya sus rayos iluminan el histórico convento.”
…los granaderos aguardaban la señal…
“y el clarín estridente sonó, a la voz del gran jefe, a la carga! ordenó.”
…para iniciar el combate contra los Realistas que desembarcaron en las costas.
En la batalla de “San Lorenzo” conocida como el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo; él no lo sabía, pero el Soldado Heroíco marcaría a fuego una Historia de Valentía y Orgullo por la Independencia y Liberación del yugo Español…
“Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,”
…fue allí donde Cabral se alzó como héroe de la patria, anteponiendo su vida para salvar la del Teniente Coronel San Martín. Sus acciones le valieron la vida, pero con su último aliento las palabras resuenan fuerte en los oídos de sus compañeros: “¡Muero contento! Hemos batido al enemigo.”
“su vida rinde,
haciéndose inmortal.
Y allí salvó su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.”
La historia siempre nos brinda un horizonte de conocimiento para construir nuestro presente y futuro. Existen discusiones en torno a la forma en cómo se construyó el relato del “Soldado Heroíco” en los textos de los historiadores de la época. Sin embargo, no caben dudas de que las proezas del cabo Cabral se erigieron como estandarte a seguir en la lucha contra la corona española.
Amante de la Patria y la Libertad, el Sargento Cabral esboza los principios rectores de los ciudadanos comprometidos en la Defensa de la Patria.
[*] NOTA PUBLICADA EN LA REVISTA IMPRESA N° 6 – MAYO DE 2024