
ESCRIBE FABIAN ARIEL GEMELOTTI
-Mi nombre es B y hablo perfectamente tu idioma.
El robot me mira con extrañeza y es de piel rosada y cabello rubio. Es una mujer, con tetas pequeñas y cola parada. Está con un traje plateada y sus ojos son luminosos.
-Como te dijo XF soy un robot. Somos muy similares a ustedes los humanos. Tenemos piel y sangre y sufrimos el frío y el calor. Nos bañamos y defecamos y orinamos y nos masturbamos al igual que ustedes.

Miro a B y es hermosa. Su cuerpo despierta deseos y sus manos me tocan el bulto y retrocede.
-Tienes un aparato reproductor. Hace años que murió el último hombre de esta nave y en Marte los terrícolas que quedan se están extinguiendo. La humanidad tiene los días contados y si no encontramos un planeta habitado para reproducirnos van a desaparecer. Yo soy un robot guardian y sirviente. Estoy para ayudar a los humanos.
Le pregunto qué vamos a hacer ahora y le pregunto si ella sabe cómo volver a mi época
-Ven conmigo humano… te voy a mostrar una cosa que te va a ayudar y ayudar a nosotros.
Me indica que la siga. La veo bambolear el culo y es como el culo de una profesora de Matemáticas del Superior de Comercio de Rosario. Es un culo firme que resalta en ese traje plateado. Recorremos pasillos y descendemos por una escalera en caracol y llegamos a una puerta de color rojo y el robot pone la mano derecha y se abre. Entramos a una habitación con máquinas diversas.
-Humano, quiero que veas algo. Esa máquina que está a la izquierda es una máquina que inventó hace un tiempo XF y sirve para crear humanos. Pero ya no teníamos hombres para extraer el semen y meterlo ahí y que haga un bebé. Te propongo un cambio, vos me das tu semen y yo te devuelvo a tu época.
-¿Cómo hago? ¿Cómo me vas a devolver a mi época si XF me dijo que es imposible?
-No te apresures, XF no te dijo toda la verdad.
B me dice que me desnude y me desnudo. Me mira seria y me toca el pene y lo masajea y se pone duro como una banana de verdulería. Me dice que debo poner el miembro en un agujero que me indica.
-Una vez que pongas el pene ahí el agujero va a extraer tu semen. El semen va a unos conductos que van a una máquina interna de esa máquina. Ahí por un proceso biológico artificial se mezcla con células haploides y así en 48 horas nace un bebé. XF era una científica y al inventar esto nos dio una esperanza. Pero no podíamos volver a Marte a buscar un hombre porque la orden era no volver y debemos obedecer a los Amos. Era una máquina sin sentido porque no había hombres en la nave. Al llegar vos a la nave fue por gracia del mismísimo Dios de las Tinieblas.
-B, yo no voy a meter mi pene ahí. Esa máquina es terrorífica.
-Humano, es lo que necesitamos de vos. Si logramos engendrar un bebé te prometo que vas a volver a tu época. No tienes muchas opciones. Hay un solo riesgo que vas a correr con esa máquina, pero no te matará, y es un riesgo necesario para que yo te devuelva a tu época.
-¿Qué riesgo es ese que me dices?
-El riesgo es que XF no estaba segura si después de extraer el semen la máquina no cortaba el miembro y lo licuaba.
-Yo no voy a correr ese riesgo. No quiero perder mi pene.
-Entonces te quedarás acá con tu novia y van a morir en un año porque al llegar a la otra galaxia nos vamos a desintegrar. Si logras engendrar un bebé vamos a volver a Marte desobedeciendo la orden porque con un hombre no nos harán nada los Amos; estarán agradecidos. Tardaremos 40 años en volver. Ese bebé al llegar a Marte tendrá 40 y con suerte será fuerte y un buen aparato reproductivo y podrá engendrar con una mujer de la Comunidad de Marte. En Marte los hombres se están muriendo y en años no quedará ni uno.
-¿Pero si nace mujer?
-No, la máquina de XF hace hombres no mujeres. Humano, mete tu miembro ahí ya y no pienses en nada. Todó saldrá bien.
Me arrimo a la máquina y mi miembro siente terror. Yo también. Lo acaricio un rato y se pone muy duro. Me indica B un agujero y ahí lo meto. Se empieza a mover la máquina y sacude mucho. De pronto siento una lengua que lame mi pene. Y lo siento hincharse. La máquina se mueve como una mujer salvaje y siento mucho placer. Siento una voz suave que me dice que le de con todo y sacudo con fuerza. La lengua lame y lame y mi miembro se pone tierno y empieza a desparramar el semen. Y una vez que salió todo salen dos brazos de la parte alta de la máquina y me abrazan. Y una voz suave me dice: «es un pene rico para comerlo».
-Humano, ahora sí el riesgo es grave. La máquina te va a licuar el pene. No tengas miedo. No vas a morir.
-Por Dios no me dejes así.
B me agarra de atrás y me abraza y empieza a empujar para su lado. Me grita que cuando diga «salir» debo retroceder con toda mi fuerza y así podré salvar mi pene. Yo estoy aterrado. La lengua vuelve a lamer mi pene y de pronto siento unos labios que se meten el pene en la boca y unos dientes que me pinchan la cabeza. Siento que la boca retrocede y B me dice que retrocede para volver sobre mi pene y cortarlo con los dientes. B me grita «salir» y me empuja para atrás. Me tiene abrazado fuerte y empuja y empuja y yo con toda mi fuerza me desligo de los brazos de la máquina y nos caemos al suelo con B y estoy arriba de B. Me logro incorporar y miro aterrado para abajo y ahí está mi pene y lo acaricio y doy gracias a Dios por poder seguir con mi pene ahí en su lugar.
-Humano, me das mucha ternura y por eso te ayudé a salvar tu pene. Gracias a vos la Humanidad no va a extinguirse. En dos días nacerá un bebé hombre.
A los dos días nace un hermoso bebé y me siento padre por primera vez. Es una cosa hermosa engendrar un bebé.
B me dice que ahora me va a mandar a mi época. Me conduce por unos pasillos anchos y llegamos a una plataforma que parece un lugar de lanzamientos de naves. Me dice que a mi chica ya la acomodaron en la nave los robot sirvientes y que está muy dormida y que está muy bien de salud. Me indica B que debo subir ahí y que hay un tablero azul y desde ahí debo conducir hacia adelante. Me dice que en un rato se va a abrir un gusano del tiempo y debo meterme ahí para viajar en el tiempo.
-Humano, te voy a extrañar. Me hubiese gustado usar tu aparato reproductor para satisfacer mis necesidades. Pero hemos extraído energía tuya y me construí un tipo igualito a vos que será mi compañero. Cogeremos los cuarenta años que van a durar el regreso y así pasará rápido.
Se arrima y me da un beso en los labios y sus lágrimas mojan mis labios.
Me subo a esa nave y se abre una puerta. Salgo expulsado a toda velocidad. Veo que hay una explosión y se abre un agujero en el espacio y ahí ingresa la nave. B me había dicho que en el tablero de la nave había puesto 1981 y que ahí terminaría el viaje.
Estamos adentro del agujero y es un túnel muy obscuro. No veo nada, la nave se obscurece. De repente Anita pega un grito. Se despertó o está soñando, pero ese grito me hace dar vuelta la cabeza y no veo nada en la obscuridad. Al dar vuelta la cabeza mi pierna golpea el tablero y en un sacudón me golpeo contra el tablero…
-¿Quiénes son ustedes?
Me veo recostado en una cama y a tres mujeres hermosas que me observan. No entiendo qué pasó. Estábamos en la nave y de repente aparezco acá.
-¿Dónde estamos?
-En Rosario muchachito.
Me siento feliz. He vuelto a mi época. Siento una satisfacción muy grande.
De repente siento unos gritos y se abre una puerta y entran unos hombres con anteojos negros y se llevan a una mujer.
-¿Dónde la llevan?
-A la sala de tortura.
-¿Dónde estoy? ¿Qué es esto?
_Muchacho te trajeron hace unos días. Estabas muy enfermo y te cuidamos nosotras. Quizás perdiste la memoria.
-¿Dónde estoy y mi novia dónde está?
-Te trajeron solo. No hay ninguna chica.
-¿Me pueden decir el año?
-Muchacho, estamos en 1976 en los sótanos de los Tribunales de Rosario. Acá traen a todos los militantes de montoneros que se lleva la policíía.
Estoy aterrado. ¿Dónde está Anita?

(CONTINUARA)
