ROSARIO 2121 (CAPITULO XII) NOVELA DE CIENCIA FICCION EN CAPITULOS PARA «De puño y letra»

ESCRIBE FABIAN ARIEL GEMELOTTI

Abro los ojos y estoy recostado sobre las piernas de Fernanda. No entiendo nada de lo que está pasando ni reconozco donde estoy. Siento dolores en los brazos y piernas. Fernanda acaricia mi cabello y sus tetas están sobre mi rostro. Está desnuda y siento el aroma de su carne como un perfume que me da vida

-¿Tu eres Walter F.?

-Sí, Fernanda. ¿Qué haces áca?

-No lo sé, tendría que estar en 1981 pero parece que estamos en otro tiempo histórico. Hubo un error en la máquina del tiempo y en vez de ir a 1981 aparecí acá por error. Lo raro de todo esto que aparecí acá en la habitación donde estabas vos atado con una cadena.

-¿Dónde estamos Fernanda ahora?

-En la misma habitación donde te encontré. Saqué los cuerpos y los puse en otra habitación y tuve que matar a treinta tipos más. Al escuchar ruidos vinieron con metralletas y entraron a la habitación y los fui matando uno a uno.

-Fernanda no encuentro a Anita. Estoy desesperado.

-¿Anita? ¿Fernanda? No entiendo Walter F. que sepas mi nombre. Es la primera vez que te veo.

Estoy confundido y asustado. Fernanda no se acuerda de lo que vivimos. Yo la vi desapacer cuando le tiraron con la pistola de rayos. Debería estar muerta, pero eso ocurrió en 2121. Estamos en 1976 y Fernanda está distinta con el pelo obscuro pero corto y no ese cabello largo. Su piel es blanca como siempre. Pero la noto diferente, más cansada.

-Fernanda soy yo Walter F.

-Ya lo sé, me mandaron a buscarte y conozco tu rostro. Pero no me mandaron a este tiempo. Sé que estamos en otro tiempo porque ahí colgado en la pared hay un almanaque de 1976 con la foto de una mujer elegante junto a un Militar.

Miro la foto y veo a Susana Giménez al lado de un Militar. No me había dado cuenta de esa foto. Miro las paredes nuevamente y veo un cuadro con la señora de los almuerzos, Mirta Legrand abrazada a un Militar. Y veo una foto de la Selección Argentina del 74 y veo también una foto de López Rega en un rincón de las paredes.

-Fernanda acá está pasando algo raro.

-Debe ser un desajuste en el tiempo. Eso es peligroso porque si vos te encuentras con vos pero de 1976 sería una tragedia para la humanidad; un efecto mariposa. Se puede producir una paradoja del tiempo. Si tu otro yo aparece acá en este mismo momento vos vas a morir y yo no voy a poder hacer nada para evitarlo. Vas a seguir viviendo pero en otro universo paralero pero no en este universo. ¿Me entiendes Walter F.?

-No entiendo nada. Yo no soy inteligente Fernanda.

Escuchanos ruidos en los pasillos y Fernanda me tapa la boca y se arrima a la puerta y ve que vienen por los pasillos dos hombres grandotes y un chico de unos 11 años. Me dice Fernanda que no haga ruidos. Se hace invisible y se va a escuchar. Estoy asustado. Al rato vuelve y toma forma visible y me dice que estamos en peligro. Me pregunta si yo tengo algún familiar Militar o alguien vinculado a los Militares. Le digo que mi tío Fabián es Abogado y Militante del Peronismo de Derecha, que siempre discutimos de política pero lo quiero mucho. Me dice Fernanda que el chico que lleva de la mano soy yo, mi yo de 1976.

-Estamos cagados pendejo… si tu otro yo te ve o vos lo ves y se encuentran cara a cara vas a desaparecer. Y se termina acá la historia. Es como una novela Walter, se puede apresurar el final o seguir escribiendo hasta darle otro final.

Empiezo a transpirar. Fernanda me abraza fuerte y sus tetas se agrandan y se hacen alas enormes y empezamos a volar y vamos junto a un ventanal y está cerrado. Siento una voz de un chico que dice fuerte «Ahí tío una tetona volando». Y siento la voz de mi tío Fabián «cabo Pérez apunte ahí y mate a ese monstruo». Siento disparos y Fernanda se tira con fuerza sobre los vidrios de la ventana y salimos volando y volamos un buen rato. Descendemos en la Montañita del Parque Independencia y Fernanda está lastimada y la carne empieza a descuartizarse.

-Estoy muy herida, me siento muy débil. Me voy a morir y eso es muy grave. Si yo muero acá en 1976 no vas a poder regresar más a tu época, a no ser que consigas un templador; y eso todavía no se inventó en esta época. Y la Comunidad de las Tetonas seguirán gobernando y el mundo va camino a su destrucción.

Fernanda tiene convulsiones y vomita un líquido obscuro y me agarra fuerte de las manos y susurra una canción de cuna «los niños van contentos caminando y mordiendo/los niños muerden fuerte/están aprendiendo a morder/y la sangre se la beben…» Fernanda muere y su carne se desintegra y queda un esqueleto en mis brazos.
Siento sirenas de autos de policía y veo que vienen a mi encuentro militares con fusiles y veo a lo lejos a un hombre con un niño de la mano. No logro distinguir sus rostros. Empiezo a correr y se sienten disparos y voces que gritan «Atrapen a ese Subversivo». Corro y corro y no paro de correr y de pronto soy alzado pur unos brazos y estoy en el aire y veo a un joven que me lleva volando y volamos por las nubes y así un buen rato hasta que descendemos en las islas del Paraná.

-Soy Beta Beta.

-¿No te conozco? ¿Quién eres?

-Soy tu hijo. Vos me engendraste con la máquina sexual. Hace mil años que te busco. Padre, he seguido los rastros de una Mujer Tetona que también te buscaba y acá estoy. Ahora vamos a volver al 3121 y seremos felices con mamá máquina y viviremos en Marte.

Mi Hijo. El ser que engendré con la Máquina Sexual. Beta Beta es rubio y musculoso. ¡Mi Hijo vino a Salvarme!!

(CONTINUARA)

Deja un comentario