
POR FABIAN ARIEL GEMELOTTI
Beta Beta me pregunta lo ocurrido y le narro todos los sucesos. Está asombrado y mira la ciudad y no entiende bien lo que pasa.
-¿Catanguita dónde vamos?
Le pregunto el destino. Catanguita me cuenta que estamos en Guerra y que la ciudad es un peligro. Me cuenta que las Tetonas están fusilando Tetitas y Hombres. Hablamos de lo que viví, del futuro, del viaje al 3121 y de 1976. Está muy triste por la muerte de su madre en manos de las Tetonas. No entiende su segunda muerte, no entiende que venimos de 1976 y que ahí su madre me salvó y murió en una nueva muerte diferente a la muerte que ella sabe de su madre. Catanguita tiene un rostro cansado y alegre a su vez.
-Walter F. no encontramos a Galuta y a Sebastián y a Walter tu descendiente.
Le cuento que murieron, que me enteré que encontraron los cuerpos de Galuta y de Sebastián pero no el de Walter y que no sé nada de Anita. Pienso en Anita constantemente y estoy muy abatido.
-Si fuiste al 3121 en un agujero de gusano seguramente hubo una falla y Anita está en 1981 al regresar en el tiempo. Suelen abrirse espacios del tiempo en Rosario. Hemos descubierto portales en el río y cerca del Monumento a la Bandera y por barrio Azcuénaga hay un portal que trae monstruos que devoran gente.

Llegamos a una casa en las afueras de Rosario. Me dice Catanguita que son los viejos ferrocarriles de hace cien años. Ahora están abandonados y acá nos podemos refugiar. Catanguita estaciona el taxi y descendemos. Entramos a una habitación y está repleta de mujeres de tetas pequeñas y hombres pijudos. Están desnudos y nos miran con sonrisas de placer. Tres mujeres jóvenes agarran a Beta Beta y se lo llevan a un vagón derruido de tren y Beta Beta va contento con su pene lleno de felicidad. Dos mujeres jóvenes me agarran del brazo y me llevan a un costado y viene Catanguita y me dice que me siente. Me siento en un viejo sillón blanco y Catanguita prende un televisor (es una pantalla gigante que ellos llaman Transmisor) y aparecen imágenes de mujeres tetonas corriendo por las calles con espadas y tetitas también corriendo. Se ve sangre y se se siente gritos.
-Es una masacre Walter, las tetonas están matando sin piedad. Los vampiros que son nuestros aliados están muriendo con el arma Pin Pin que los hace pulverizar. Yo soy hija de un vampiro, Fernanda y de un Hombre Lobo que era mi padre el Chaqueño. Pero no soy Vampiro ni Mujer Lobo. Mi único poder es largar un líquido por los pezones que achica las tetas de las tetonas. También agranda penes ese líquido, así hemos transformado hombres/perros en Hombres Pijudos. Al achicarse las tetas pierden fuerzas y podemos matarlas.
-A Beta Beta lo van a bañar y hacerle el amor. Necesitan fuerza las mujeres.
-Cuiden al muchacho.
-Por supuesto, no son asesinas. Están con él las hermanas Ninfonas que son expertas en hacer el amor.
A las horas viene Beta Beta bañado y perfumado y vestido con un pantalón azul y una remera negra. Es tan joven como yo. No parece mi hijo y Catanguita se ríe de nosotros y me dice que la acompañe a un vagón. Voy con Catanguita. Es un vagón enorme y tiene una tina y una mesa con alimentos. Catanguita se desnuda y yo también. Me mira con ojos pícaros. Me dice que me meta en la tina. Estoy en un relax de agua y aparece una mujer obesa y se mete en la Tina.
-Es Migueleta, ella va a sacarte el semen para purificar tu alma.
Migueleta es muy gorda y muy fea. Me agarra el pene y empieza a masajearlo. Se lo mete en la boca y es una aspiradora humana. Y la inundo. Migueleta se levanta y se va.
-Es un robot Walter F. Necesitamos tu semen para la defensa de la ciudad. Ahora tienes que hacerme el amor a mí porque necesito de tu fuerza.
Es hermosa Catanguita y se acuesta en una cama al fondo. Voy a la cama y empiezo a besarla. Me toca el pene y no se para. Estoy preocupado. La Migueleta me agotó. Catanguita me larga de sus pezones un líquido sobre mi pene y se pone firme y listo para el ataque. Hacemos el amor salvaje y trompolinas y toboganes. Terminamos rendidos y nos quedamos en la cama fumando marihuana.
-Mi madre me contaba de vos. Eres un pene reproductor.
-Pero yo amo a Anita
-¡Te cogiste a mi madre y a muchas más! Eres una máquina sexual Walter F.
-No hablemos de máquinas sexuales. Allá está Beta Beta producto de la máquina sexual.
-A la mierda todo.
Catanguita está mirándome con esos ojos negros profundos. Tiene deseos y pasión su mirada.
Sentimos ruidos. Me aproximo a un ventanal y veo que unas tetonas lo golpean a Beta Beta. Salgo enfurecido del vagón y cinco tetonas se me vienen encima. Estoy en el suelo con dos piernas sobre mi cabeza. Y siento la voz de Catanguita.
-Walter F. nunca confíes en una mujer. Estás en nuestro poder.

(CONTINUARA)
