ROSARIO 2121 (CAPITULO XVII) NOVELA DE CIENCIA FICCION EN CAPITULOS PARA «De puño y letra»

POR FABIAN ARIEL GEMELOTTI

Discurso Revolucionario en el Siglo XXII:

«Las Revoluciones siempre fracasaron en la Historia de la Humanidad. Eso ustedes deben saberlo. ¿Acaso creen que esta Revolución es una Revolución de Amor a la Revolución?»

Estoy recostado en la cama leyendo un libro de Augusto Pijamita, es un filósofo muy interesante que habla de la Revolución. Me siento confundido como siempre lo estuve en mis 17 años de vida. Pienso en Anita y se me para la pija. Acá en la prisión nuestra única descarga de semen es con las máquinas sexuales. Me recuerdan a una actriz que trabajaba con Porcel pero no logro recordar su nombre. Ya me voy a acordar. Es una rubia con cara pícara. Creo que fue una vez a almorzar con la señora de los almuerzos, esa Mirtha que es amiga de los Militares del Proceso. El Libro de Pijamita es un Libro que habla de Revoluciones. Es una Historia del Siglo XXI que arranca en 2024 y no tiene final, es un Libro Abierto. Estoy recostado y me toco la pija y se me agranda como banana de verdulería.
Siento pasos que se acercan. Estoy excitado y quiero masturbarme en soledad. Me tapo con las sábanas y me masturbo hasta que la leche sale. Siento como que me observan y levanto la vista y veo a un tipo melenudo con cara de loco.

-Hola Walter F. Soy Milei, un pensionista de esta prisión.

Es un tipo con cara de loco y muy blanco de piel. Recuerdo de pronto que me dijeron que Milei está en un pabellón de dementes en la prisión. Ese Milei que fue Presidente de Argentina y que se suicidó tirándose del balcón de la Rosada cayendo arriba de unas rejas con punta de hierro. No entiendo por qué está vivo si murió en 2024. Pero deben ser los agujeros del tiempo y esas cosas.

-Walter F. me contaron que no encuentras a una chica que es tu novia. Sé que sos de 1981 y sé todo de vos, me lo contó otro pensionista de la prisión. Yo estoy en un pabellón especial de dementes junto a otros dementes como yo. Ahí está un loco que escribió un Libro sobre Librerías y unas Novelas de Ciencia Ficción y un Libro Porno que nadie encuentra un ejemplar pero existe. Quiero ayudarte Walter F. Quiero que encuentres a esa chica y yo sé dónde puedes encontrarla.

-Por favor, necesito encontrar a Anita.

-Ya veo que necesitas encontrarla, te observé haciendo asquerosidades con tu pene. Si te descubren te van a retar porque el semen es sagrado y solamente las máquinas sexuales tienen derecho a él.

-Usted es generoso Señor Milei. ¿Usted de qué época viene? Me hablaron de usted pero yo no lo conocía.

-Yo vengo de 2024, me intercambiaron las tetonas por otro cuerpo y el que se suicida fue un doble.

-¿Intercambiaron?

-Hay unas vainas que usan los viajeros del tiempo y plantan en los jardines. Esas vainas al madurar adquieren el aspecto físico de un ser humano. Así reemplazan a los humanos y nos raptan a nosotros. En tu época seguramente nadie sabe que vos sos una vaina. Vos estás en 1981 viviendo tu vida, no vos, la vaina.

Milei me explica que tiene acceso a un cuarto secreto donde hay una Máquina del Tiempo. Me dice que me vista y me conduce por pasillos y descendemos por una escalera angosta y llegamos a una puerta metálica. Abre la puerta e ingresamos a un cuarto iluminado.

-Vamos a viajar en el Tiempo Walter y encontraremos a Anita

Me siento en una cómoda butaca y Milei a mi lado. Se encienden luces rojas y es todo obscuridad al rato y siento mucha presión en el oído. Cierro los ojos y al abrirlos nos detenemos.

-Muchacho estamos en 2024. Te voy a llevar a pasear un rato.

Milei me agarra de la mano y salimos al exterior. Es una ciudad muy rara a la que vivo en 1981. Las personas caminan como zombies y todas tienen un aparatito en la mano y con los dedos teclean un diminuto teclado. La gente camina como desorientada. Veo carros tirados por personas que recogen basura de recipientes verdes en las esquinas. Las mujeres no miran a los hombres y los hombres están como babosos mirando pero es una mirada rápida y vuelven al aparatito y su pantalla.

-Muchacho vamos a ir a lo que fue tu casa en 1981 y ahí vamos a encontrar a Anita.

Caminamos muchas cuadras y nadie nos observa. Todos pero todo el mundo o se lleva el aparatito a la oreja o mira la pantalla. Hablan solos, se ríen, se enojan, insultan… todo al aparatito como si fuera una persona a la cual se dirigen.
Llegamos a un barrio de Rosario y reconozco mi viejo barrio. Está muy cambiado. Veo edificaciones altas y casas con rejas y miradas de desconfianza en ojos que destilan odio. Golpeamos una puerta, la puerta de mi casa. Abren la puerta y aparece una mujer de unos 58 años, una mujer envejecida y rostro de cansancio. Milei le dice que somos de la Encuestadora del Estado y venimos a cobrar la cuota del aire. Me cuenta Milei que se cobra una cuota del aire que se respira y quien no la paga se muere.

-¿Quién impuso eso?

-Yo.

-¿Usted? Yo soy Peronista Señor Milei. ¿Por qué hizo eso?

-Muchacho yo fui el Presidente. Yo estoy demente. Lo hice por la Libertad. En definitiva no lo hice yo, lo hice presionado por los Organismos Internacionales. ¿Vos crees que yo tenía poder en 2024?

La mujer dice que no puede pagar la cuota y Milei se enoja y nos retiramos.

-Esa es Anita en 2024. Ya la encontramos. Así será ella de vieja. Vos estás adentro, tu vaina, acomodando Libros de tu Biblioteca.

Caminamos por las calles de regreso a la máquina y mientras hablamos sentimos el ruido de una moto y nos damos vuelta y viene hacia nosotros.

-Los celulares o los matamos.

Milei saca dos aparatitos y se los entrega y se van los tipos gritando. Me dice que antes de viajar en la máquina agarró del museo de la prisión dos viejos aparatitos porque sabía que nos iban a robar. La gente sigue caminando y nadie presta atención a ese robo. Pasa un patrullero con música de cumbia. Un joven en una vereda se está robando un picaporte y se abre la puerta y una señora mayor sale y grita y el joven la empuja e ingresa a la propiedad. Nadie, absolutamente nadie hace nada. Me dice Milei que eso es natural en Rosario. Vemos en otra esquina a dos hombres discutiendo y uno saca un palo de un bolso y le pega en la cabeza al «Amigo» y se va como si nada. La gente camina y mira el aparatito. Una chica grita «Hijo de Puta» insultando al aparatito. Yo no entiendo lo que pasa, en mi época hablábamos cara a cara y nadie hablaba solo.
Llegamos a la casa y nos subimos a la Máquina del Tiempo.
Pasan los días y le cuento de mi experiencia a Napoleón.

-Muchacho hiciste mal en ir con Milei. Ese tipo está muy loco. Fue presidente de tu país y es el culpable que tu país se haya transformado en una selva.

-No lo conocía. Yo quería ver a Anita.

-Mañana vamos a evadirnos.

Napoleón me explica que van a usar el Libro Las Librerías de Viejo de Rosario para ubicarse en las calles.

-Ese Libro es un plano de Rosario. Tiene algo que nadie se dio cuenta al ser publicado. Te voy a explicar.

Napoleón saca un Libro rojo y negro y leo el título de Librerías de Viejo. Y empieza a explicarme: «Nosotros estamos acá, esta era la Librería Balcarce. A media cuadra quedaba la Estación de Ómnibus de Rosario. Los pasillos de abajo de la prisión conducen acá (Napoleón pone un pinche en una página del Libro) que sería la Librería enfrente de lo que fue lo que llamaban Patio de la Madera. Por acá está la puerta secreta por dónde vamos a evadirnos. Tenemos que llegar a Urquiza y Santiago, ahí había una Librería en Rosario. Tiene un sótano y ahí están escondidas armas de fuego. De ahí iremos a calle San Lorenzo, la ex calle porque ahora se llama Patricia Borrachín, y ahí está la casa de las Tetonas. Ahí tenemos contactos con Tetonas que saben de ese grupo de Catanguita y que hay que terminar con esa gente. En barrio Azcuénaga llegando a lo que fue Paraná está el Cuartel de las Tetitas, esa era una ex Librería Anarquista. Ahí tenemos Tetitas que van a unirse a nosotros. Y vamos a organizar el Cuartel General en los sótanos de una Librería de lo que fue calle Mendoza, a una cuadra de una Iglesia derruida llamada Pompeya. Ahí había en ese Cuartel General una Librería, la que dice el Libro Librería Mar del Plata. Walter viste que este Libro será nuestra salvación».
Napoleón me mira alegre y grita «pongan el Bombón Asesino». Y se siente la música de fondo. Napoleón me agarra de las manos y nos ponemos a bailar.

(CONTINUARA)

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