
ILUSTRACION: FEDERICO ROSSI
POR FEDERICO BARAVALLE [*]
Mario Alberto Kempes, nacido el 15 de Julio de 1954 en Bell Ville, Córdoba, es una de las figuras más icónicas del futbol argentino y mundial. Su nombre se asocia inevitablemente con la Copa Mundial de 1978, un torneo que marcó un hito en la historia del deporte y que, para muchos, representa el apogeo de la carrera de Kempres.
El apodo de «El Matador» le quedó grabado a fuego, no solo por su formidable capacidad para marcar goles, sino por su carisma arrollador y su estilo de juego imponente. Kempes comenzó su carrera profesional en el Instituto de Córdoba, pero fue en el Rosario Central donde empezó a llamar la atención del futbol argentino. Su habilidad para desbordar defensas y su agilidad para encontrar el gol lo llevaron a destacar en el futbol nacional.

Sin embargo, fue en el Mundial de 1978 donde Kempes alcanzó la cúspide de su carrera. La Argentina de César Luis Menotti encontró en él al héroe inesperado. Con una serie de actuaciones estelares, incluyendo dos goles en la final contra los Países Bajos, Kempes no solo llevó a su Selección al título mundial, sino que también se convirtió en el máximo goleador del torneo, con seis goles. Su nombre quedó inmortalizado en la historia del fútbol y el el corazón de los argentinos, que vieron en él a un verdadero campeón. Más allá de sus logros en el Mundial, Kempes dejó una marca imborrable en su paso por el Valencia CF en España, donde se convirtió en uno de los ídolos mas queridos por la afición, ganando dos veces la Bota de Oro como máximo goleador de La Liga. Su impacto en el club fue profundo, y su memoria sigue viva entre los seguidores del equipo. Kempes también vivió momentos agridulces, como sus años en el exilio tras el Mundial, y su regreso a la Selección Argentina en 1982, donde se encontro en un equipo en transición. A pesar de los desafíos, su espíritu y su pasión por el fútbol nunca se desvanecieron.
Al mirar atrás, el legado de Mario Kempes es el de un atelta que con su magia en la cancha, encarno la esencia del fútbol argentino. Fue un jugador que hizo soñar a generafiones, un líder que, con cada gol y cada jugada, mostró el verdadero significado de la determinación y el talento. Su nombre sigue resonando en las gradas y en los recuerdos de todos aquellos que vivieron la gloria del fútbol argentino en su máximo esplendor. La historia de Mario Alberto Kempes es, en esencia, una celebración de la grandeza del deporte y de un hombre que, con su pasión desbordante, dejó una huella indeleble en la historia del fútbol.

[*] NOTA PUBLICADA EN LA REVISTA IMPRESA N° 8 – JULIO DE 2024
