REFLEXIONANDO SOBRE HECTOR GERMÁN OESTERHELD

POR M. DE LA VEGA (*)

Héctor Germán Oesterheld -o simplemente Germán, el cual era su nombre de guerra- fue un erudito escritor que vivió principalmente en la primera mitad del S.XX y murió en manos de las milicias rioplatenses al servicio de los intereses globales estadounidenses. Militante y guerrillero de izquierdas, vivió la gran traición del hombre gris que se hizo con el poder en base a traiciones. Fue expulsado de la plaza junto con muchos otros verdaderos materiales descartables humanos.

Autor de la hoy icónica obra “El eternauta”, su trabajo como historietista rompe las barreras del tiempo, pero también de la coherencia y las contradicciones. El eternauta es tan cautivador que no conoce de ideologías, idiomas ni partidos como barreras para llegar al corazón de sus lectores. Pero lamentablemente si conoce muy bien de heridas que no cierran.

La creación de un desaparecido en manos de la última dictadura militar en la República Argentina hoy es víctima de la ironía de la historia. Es símbolo (robado y por la fuerza) de un movimiento político que traicionó descaradamente los espacios de lucha que Germán protagonizó y que fue menospreciado por quienes hoy creen ser protagonistas elegidos por quién sabe que inexistente fuerza moral superior a todos los hombres.

Duele ver la creación de Oesterheld en manos de gente que practica maquiavélicamente un cainismo tan vil que haría llorar a José Hernández y su mítico Martín Fierro en tal intensidad que los versos que hablan de los hermanos serían borrados en tinta que se mezcla con lágrimas de patria dolida. Y por el otro lado en la encerrona de verdugos está el mismísimo mundo anglosajón con sus intereses extranjeros en forma de compañía de entretenimiento representada por una N mayúscula color rojo que es tan popular hoy en día.

Duele saber que lo único rojo vinculado a la obra de Germán sea el color del logo de una compañía extranjera transnacional como así también que su creación flamea en banderas de movimientos políticos que lo traicionaron a él y a los suyos dejándoles en manos de los lacayos del imperio.

Mientras tanto sus restos no aparecen.

Y nos seguimos preguntando…

¿DONDE ESTÁ OESTERHELD?

(*) NOTA PUBLICADA EN LA REVISTA IMPRESA NRO. 18 – MAYO DE 2025

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