
ESCRIBE FABIÁN ARIEL GEMELOTTI
Tengo muchos amigos que son unos pelotudos. La Real Academia incorpora la palabra «Pelotudo» al Diccionario. Y vamos a definir qué es un Pelotudo.
Tengo amigos que son Muy Pelotudos. Algunos están gordos y pelados. Algunos mantienen matrimonios de años y cada tanto se echan un polvo. A las mujeres de ellos también le echan un polvo también. Se lo echan en telos.
Mi amigo el dueño de un telo siempre me dice: «acá viene siempre la esposa de tu amigo ese grandote de casi dos metros. La esposa es una flaca de tetas grandes». Yo le pregunto con quién va al telo. «Siempre viene con un chongo, un negrito villero que se coge casadas por Cien Mil Pesos».
La Prostitución Masculina en Rosario es consumida por la Burocracia de una ciudad donde se le reza a Jesús y se le chupa los testículos al negrito chongo por Cien Mil Pesos.
En los telos la mujer casada chupa y es chupada con ansias de libertinaje. Los Domingos van al Templo del brazo con su esposo gordo, pelado y con cara de Pelotudo. Ese Pelotudo que seguramente es un Empresario «Exitoso» o un Funcionario de alguna Dependencia Provincial. Uno ve al pelotudo siempre bien vestido, bien afeitado y con cara de malo; porque el Pelotudo tiene cara de Patrón de Estancia de látigo en mano.
Un chongo que conozco, un negrito marginal que es muy culto y muy chongo, me cuenta sus hazañas sexuales en los telos de Rosario: «siempre me cojo a una vieja que me paga un taxi hasta el telo. Entro al Metro y pido la habitación 7 y ahí me espera una señora de cincuenta años muy blanca y obesa. Ella solamente quiere sexo oral, que se la chupe y la haga acabar». Yo lo escucho mientras fumamos un porro en una plaza. Y continúa: «… me da cien dólares por semana». Después me cuenta otras aventuras y quedamos en un Reportaje Anónimo que voy a hacerle un día de estos para una página pornográfica en la cual trabajé de guionista; una página donde pude ganar más dinero que con mis novelas.
El chongo es petiso y tiene músculos. Tiene 26 años y es un típico villero rosarino; acá en Rosario se dice del villero que vive de la merca, pero la mayoría viven del polvo y de romper culos de mujeres casadas. Las esposas de los Pelotudos tienen la moneda para el chongo.
Bueno, para la cuarta parte de esta saga de artículos voy a hablar del hombre casado rosarino y sus panzas bamboleando en camas de telos de Rosario.

Un comentario en “UNA APROXIMACIÓN A LO QUE ES UN TELO (PARTE III)”