UNA APROXIMACIÓN A LO QUE ES UN TELO (PARTE VII)

POR FABIÁN ARIEL GEMELOTTI

¿Por qué el rosarino es tan pija? Me pregunto mil veces por día por qué es tan forro el rosarino hace dos o tres décadas. Me dice mi amigo Mariano que el rosarino es como un porteño viviendo en una chacra. Y mi amigo Carlos me dice que en Rosario está lleno de prepotentes, mala leche y cagones. Yo por mi parte digo que el rosarino es un culo roto muerto de hambre.

¿A qué viene esto por lo del telo? El telo es felicidad y un lugar de relajación. Pero van cerrando, por falta de recursos y porque el negocio de la falopa desplaza el esparcimiento. La droga reemplaza al telo y la droga es un lugar sin retorno. ¿Cuándo empieza la falopa en Rosario? El narcotráfico viene con el menemismo, con el uno a uno y al abrirse la importación y destruir la industria nacional. Ingresan al país bandas de afuera, y caen a Rosario toda la basura que exporta los países periféricos pobres ya saqueados antes que nosotros. Rosario se hace una ciudad de consumo.

El soldadito es el pendejo desplazado y sin laburo ¿Para que trabajar por un millón de pesos y ser maltratado por patrones de estancia rosarinos mala leche? Con la venta al menudeo se puede embolsar seis palos al mes. La vida se acorta, dos tiros en la cabeza y listo. Pero se vive bien un tiempito.

Si en los setenta la juventud tenía un pensamiento crítico ahora tiene un pensamiento liberal siendo pobre. La juventud de los setenta tenía sus necesidades satisfechas: universidad, comida, sexo y ropa. Ahora no tiene nada. Tiene un choto entre las piernas y lo usa mal. El telo ya es una decadencia. Un lugar de antaño. Un lugar para los nostálgicos.
Las parejas cogen en autos, el auto que se compraron los grandes gracias al kirchnerismo. El ennegrecido por las sombras consume salame y paladea la vagina mal. Se perdió ese gusto de paladear. Según una estadística de una consultora el promedio del votante de Milei es de 16 años a 35. Es la generación que nació con el celular y la vida de redes.
Pero vamos a dejarlo ahí. Tengo ganas de dormir y cuando se duerme se descansa la mente.

Deja un comentario