POR FABIÁN ARIEL GEMELOTTI
«El polvo mañanero es la perdición del hombre»; lo leí en un Policial Negro cuando era adolescente y los polvos eran en los baldíos y en el altillo de mis abuelos en la casona de Alberdi. Después vinieron la Facultad y sus obligaciones, y el trabajo rutinario en Tribunales. Entrar a las siete de la mañana es condicionar el polvo mañanero. En los Policiales Negros no hay rutinas ni obligaciones laborales. Salvo Chase en sus Novelas de Suspenso Negras habla de la rutina y esa cosa que hace del polvo mañanero un placer a las apuradas.
El polvo mañanero es intenso, hay sacudidas en la cama que despiertan al del cuarto piso y después el baño y sacarse el sudor y ese olor a hormonas que quedan en el cuerpo. Es el famoso polvo mañanero. Los trabajadores con horarios y fichajes y control logran un polvo mañanero como un triunfo a ese tedio de jefes y abogados. En la Facultad de Derecho la mediocridad es muy grande, pero se sobrevive gracias a que siempre hay alguien que lee literatura y no solamente habla de Leyes y boludeces burocráticas. El abogado es un ser serio, cara de pingüino toma soda y ojos de espantapájaro en vigilancia constante.
Toda esa introducción del polvo mañanero viene al caso del ¿Por qué la Generación Z se siente atraída por Milei? Esa Generación entre la escasez y el desempleo nunca va a saber lo que es el goce del polvo mañanero. La Reforma Laboral va a terminar con ese goce, 12 Horas de Laburo te quitarán las ganas del polvo de las seis de la mañana.
Es muy lastimoso todo en esta Argentina Virga en manos de Psicópatas Sin Deseos Sexuales. Tenemos de Presidente a un Apático Asexuado con una hermana que no se la cogería ni un preso de Coronda. Y tenemos a un Adorny Latigador de Bananas. Es la Argentina de Milei. El polvo mañanero será la variante de ajuste.
Desde Rosario, por Argentina y para el Mundo... 