TRANSCRIBIMOS LA NOTA CENTRAL DE LA REVISTA «De puño y letra» N° 5 DEL MES DE OCTUBRE DEL AÑO 1994 ESCRITA POR EL RECONOCIDO PERIODISTA DEPORTIVO DE LA CIUDAD DE ROSARIO, HECTOR MARTINEZ

MARADONA, DE UN GOL CON LA MANO A UN MUNDIAL INCONCLUSO
ESCRIBE HECTOR MARTINEZ *
En 1978, Maradona todavía era un pibe que apuntaba para cosas grandes, y César Menotti, dejo afuera a Diego, junto con Bravo y Bottaniz. Eran 25 que practicaban en Moreno, y quedaron los 22 de reglamento. Menotti, hizo lo que Basile ejecutó con Darío Franco, en Estados Unidos.
Ya en 1979, con la dirección del «flaco» de barrio Fisherton, Argentina y de la mano de Diego, ganó el Mundial Juvenil en Japón. Desde ese momento pasó a ser el futbolista más famoso del planeta, marcando una etapa, bien diferenciada del rey Pelé. La etapa de mayor esplendor fue el Mundial de México, donde fue genio y figura, con un gol de antología frente a los ingleses, y otro al mismo rival con un manotazo, no observado por el juez.
En México ’86 lo mejor del campeonato, en Italia ’90, golpeado sin piedad, rindió lo que pudo, con un equipo diezmado por lesiones y expulsiones. Se llegó a la final con Alemania, donde perdimos, a cuatro minutos del alargue, por un gol dudoso.
Pero en Estados Unidos ’94, llego atado con alambres, luego de una experiencia negativa, jugando para Newell’s Old Boys. Entre ese intento, y su viaje a Boston, hubo un poco de todo. Preparación de 60 días, bajo la atenta mirada del Dr. Lentini y el Profesor Signorini, pero también un incidente lamentable, frente a su quinta, en Moreno. Ataques verbales y de todo tipo a los periodistas, ubicados con sus móviles para tener su palabra. Problemas judiciales, que se reabrieron luego del regreso de Maradona y de todos sus compañeros.
Después del partido frente a Nigeria, como nota más impactante, como negativa por sus consecuencias para él y el equipo, le dió positivo el control antidoping, apareciendo una sustancia llamada «efedrina».
Maradona jura que no se estimuló, que esa sustancia estaba en un medicamento recetado por el físico-culturista para balancer su dieta. Lo cierto que cuando se anunció que Vazquez y Maradona serían controlados con la prueba de orina, por muchos aficionados al fútbol, pasó un frio tremendo, como si se presintiera un final nada feliz. Como una ruleta rusa, si es que sabia a los riesgos que se exponía, Diego hizo llorar a muchos, y maldecir a otra buena cantidad. Había quedado afuera del Mundial ’94, su último mundial.
LO QUE DECIA BASILE
Por ejemplo, el técnico en el Mundial ’94, Alfio Basile, ya alejado del cargo, y reemplazado por Passarella, decía en la semana previa a la gran competencia: «Va a llegar muy bien, y está trabajando en el nivel de todos, para llegar a punto». Cuando los chicos de «Renato Cesarini» practicaron con la Selección, Basile ordenó ponerle marcas personales, para que sienta el rigor de una persecusión.
Lo curioso fue lo declarado por Ernesto Ugalde, médico del plantel argentino: «Va a llegar 8 puntos, porque trabajó muy bien. Medicamente, está perfecto».
El enviado del diario «Clarín», Claudio Aisenberg, le hizo una nota a Diego en los días previos al debut de la Selección. Maradona sentenciaba: «Quiero llegar, se que voy a llegar. Estoy luchando con las piernas y con el corazón». El colega Aisenberg, apuntaba luego; «El orgullo lo empuja, se propuso jugar el Mundial, que es un reto riesgoso y aún es imposible, saber si con querer le alcanzará para poder».
El siempre recordado futbolista, el nicoleño Enrique Omar Sivori, estuvo trabajando durante el certamen, de periodista. Escribía el 15 de junio, antes del primer encuentro: «No veo en la Selección, que se haya pensado en alguna alternativa para reemplazarlo, en caso de una lesión o expulsión».
Es cierto lo que afirmaba Sivori, no tuvo recambio Argentina, porque independientemente del caso de doping, y su salida del Mundial, no había salida por el medio sin Diego, ni Leo Rodriguez estaba preparado, ni «Orteguita», voluntarioso pero enredado, podrán suplir a un Maradona, remendado, pero todavía hábil para poner pases como con la mano.
Sivori apuntaba con certeza, antes de iniciarse el torneo, que «esta Selección, es Maradona-dependiente». Puso como ejemplo, lo que ocurrió con el Nápoli, durante 7 temporadas.
OPINION DE COLEGAS
José Isunza del diario «El Sol», de México, manifiesta que «si Maradona se enciende, no tengo dudas que la Selección Argentina, va a volver a ser un espectáculo».
El cronista Frank Dell’Apa, de «The Boston Globe», sintetizaba su opinión así: «Me preocupa que se lesione, aunque tiene un físico excepcional, ya no es el del ’86, pero sigue siendo brillante».
Augusto Martins, enviado de «The Boston Herald», decia entonces que «el interrogante es saber como responderá físicamente, pero Maradona viene de Dios, y todos sabemos que puede aparecer con la jugada genial en cualquier pasaje de cada partido.
Mariano Hamilton, del diario de la familia Noble, mandaba un material para publicar, sintetizado así: «Lo más importante es que Maradona, hoy, está bien de la cabeza. Tiene todos sus sentidos, puestos al servicio de la Selección. Una despedida brillante -afirmaba Hamilton- para una trayectoria más que brillante.
Nada de esto pudo ser, el físico le respondió bastante, mejorando en cada partido, pero un descuido (¿?), lo dejó fuera de la competencia. No fue Julio Grondona quien lo retiró del Mundial, fue su entorno irresponsable que no cumplió con las reglas del juego.
Fue sorteado para el control antidoping, como cualquier hijo de vecino, en presencia de la gente de A.F.A., no hubo trampas ni manos negras, en el procedimiento para elegir dos jugadores por cuadro. Si Maradona, como jura por sus hijas, no usó nada para estimularse en este Mundial, habrá que afirmar que Cerrini, el físico-culturista porteño, no tenía título habilitante para ser dietista, y fue un irresponsable en suministrar medicación, conteniendo efedrina.
Cuando semanas atrás, Grondona fue a dar explicaciones en la Cámara de Diputados, reconoció errores en el manejo de la cosa. Maradona tenía que ser medicado por Ugalde, y por ninguna otra persona. La «camita» la tendió su propio entorno, anulando el sueño de Diego de hacer un buen torneo mundial, y dar las hurras saliendo por la puerta grande.
Pareciera que la vida de Diego Maradona, está permanentemente salpicada de problemas, y no fáciles de resolver. Su vida privada, hay que respetarla, pero su vida de futbolista es pública, y seguramente que no releyó el decálogo de conductas.
Toda esta película, termina el día 24 de Agosto, en Zurich. La F.I.F.A. lo inhabilitó por 15 meses, pena igual que en el ’91, cuando jugaba para el Nápoli. Aquella oportunidad consumió cocaína, en esta oportunidad, apenas efedrina. A Maradona, lo esperaron a la vuelta de la esquina. Tarde o temprano, sería inhabilitado por el máximo organismo, aunque Havelange, haya faltado a la trascendente reunión, para evitar que Diego volviera a recordarlo, no en muy buenos términos…

- Desarrolló su tarea periodística entre los años 1960 y 2000 en los siguientes medios de la ciudad de Rosario: L.T. 3 – Radio Cerealista de Rosario (Jefe del Servicio Informativo), Canal 5 de Televisión, y Diario «La Capital».