
POR FABIAN ARIEL GEMELOTTI
Muchas veces me han preguntado qué me gusta más si Nippur o El Eternauta. Siempre respondo que a Nippur lo leo de muy chico, en mi casa siempre hubo mucha historieta. Mi padre es muy lector y mi abuela leía muchísima literatura.
Las revistas de Editorial Columba siempre estaban en la pieza de mis padres. A montones. Pilas de revistas y libros de Verne, de Salgari y mucho cómic de Batman y montones de Patoruzú.
Me crié leyendo historieta y libros de aventuras y policiales y mucha ciencia ficción. El Eternauta lo leo un poco más grande, con quince años por primera vez. Lo leo como libro de aventuras. Recién a los veinte años le encuentro la cuestión política. Me fascina Nippur y sobre todo Dago.
Pero leyendo libros especializados de historieta e investigando un poco uno se va dando cuenta del contexto histórico y de otras cosas. Editorial Columba me fascina, debo tener quinientas revistas y las leí todas. Y en 2018 volví a leer a Nippur en la edición por los cincuenta años (64 tomos).
Pero El Eternauta es otra cosa. Me fascina su historia y me fascina ese contexto histórico en que fue escrito. Editorial Columba tuvo cosas que debemos saber, en primer lugar hubo censura a los guionistas y dibujantes. No se podían mostrar besos apasionados ni insinuar sexo pasional en los personajes.
Leopardi que fue el dibujante de Nippur de la Saga del Ojo en plena dictadura (1977) sufrió aprietes y le «aconsejaron» que no sea tan violento en sus dibujos. Leopardi era Peronista. Los directivos de Editorial Columba tuvieron vínculos con la dictadura. Eso no quita que Nippur sea una historia excelente y tenga cosas muy valiosas, sus guionistas y dibujantes de Columba eran laburantes y víctimas de la Editorial.
Pero hay que decir las cosas como fueron. No se puede separar a un libro de su contexto histórico. Se escribe desde una posición política. Nadie es apolítico. Todos los autores tienen una formación, lectura de libros y su visión del mundo. La literatura es parte de la historia y se escribe desde un pensamiento.
Creo que he leído todo en historieta. Hasta Mafalda, y eso que detesto Mafalda. Pero la he leído. También leí Rayuela, y no me gustó. Me parece un libro mal escrito. No tengo química con Cortázar. Pero ahora hablemos de El Eternauta. Y hablemos de su autor. Hablemos de Oesterheld que fue un tipo que respeto mucho, por su obra tan fascinante y por su voluntad política. Aparte de El Eternauta me fascinan Ticonderoga y Mort Cinder de Oesterheld. Y todo lo que escribió, hasta sus cuentos infantiles de su juventud. El Eternauta se publica por primera vez en 1957. Con guión de Oesterheld y dibujos de Solano López aparece en la revista Hora Cero y es una historia serializada que termina en 1959.
Al quebrar la Editorial Frontera de Oesterheld se la reedita en la Editorial Ramírez en 1961 (otra editorial creada también por Oesterheld). Recordemos que también se hizo una versión novelada ilustrada por otros dibujantes. Solano López estaba en Europa trabajando y Schiaffino, Lobo, Faher, Muñoz, Durañona y Spadari se encargan de dibujar a El Eternauta en 1962.
Después en 1969 para la revista Gente Oesterheld hace una nueva versión de la primera parte, con dibujos de Alberto Breccia. Era la dictadura de Onganía y El Eternauta toma un giro de izquierda y la revista deja de publicarlo. Gente corta la historia y queda inconclusa. Editorial Atlántida siempre estuvo vinculada a noticias de la felicidad y fue leal a las dictaduras del país. No cayó muy bien ese giro tan de izquierda de El Eternauta. Onganía se quejó y los muchachos del apriete «aconsejan» dejar de publicar esa historia «tan marxista».
En 1975 la Editorial Record reedita la primera historia. Y el éxito es muy grande. Le proponen a Oesterheld hacer una nueva versión, la que sería la continuación de la primera parte que se había publicado en la Editorial Frontera.
Oesterheld estaba identificado con Montoneros, ya era su etapa militante. La historia empieza a salir en 1976 en la revista Scorpio de Ediciones Record con guiones de Oesterheld y dibujos de Solano López. Oesterheld escribe toda la historia viviendo en diferentes lugares. Estaba en la clandestinidad, era buscado por los servicios y pesaba la muerte sobre su cabeza. Hubo disputas muy serias con Solano López que no estaba de acuerdo con los guiones de Oesterheld. Hasta amenazó dejar de dibujar la historia. Los guiones eran enviados a la Editorial por terceros, nadie sabía dónde vivía Oesterheld.
Las cuatro hijas de Oesterheld ya habían sido secuestradas y estaban desaparecidas y eso se refleja en la historia de El Eternauta dos en la lucha final por la liberación. El 27 de abril de 1977 Oesterheld es detenido en La Plata y es parte de los 30.000 desaparecidos.
Una familia destrozada por la dictadura y una obra literaria que refleja ese periodo de terror y genocidio. El Eternauta habla de dictaduras, muertes y desapariciones. Oesterheld alcanza a darle un final a la historia, aunque Solano López ha sostenido que los últimos capítulos fueron escritos por otra persona. No creo que sea así, la línea y el estilo de Oesterheld no es fácil de copiar y se notaría. El Eternauta dos habla de liberación, de lucha armada y ese amor por la familia de la primera parte es cambiado por el amor por la colectividad, por el grupo armado que lucha contra el enemigo. Pero ese amor familiar se manifiesta en la lucha revolucionaria, porque si no hay lucha no hay amor a la familia.
El Eternauta dos se escribe en un contexto muy diferente a la primera parte. En la versión de 1957 vemos a un individuo común que vive en la tranquilidad de su vida familiar y sale a luchar por su familia. La familia es el motor revolucionario. La segunda parte es escrita con una dictadura y desapariciones y torturas y censura y el Oesterheld Montonero tiene otra visión de la vida. El Juan Salvo tipo común se ha transformado en un Juan Salvo militante de una revolución universal y debe sacrificar a su familia porque toda revolución implica pérdidas y muerte y soledad y sacrificar lo que más se ama en beneficio del hecho colectivo.
