
LA VIOLENCIA EN EL HOGAR
«El número de mujeres que son golpeadas, maltratadas en el hogar, incluso por sus maridos, es muy grande. El problema para mí es casi satánico», denunció ante el testimonio de Giovanna. «Es humillante, muy humillante. Es humillante que un padre o una madre abofetee a un niño, es humillante y siempre lo digo, nunca abofetear a un niño. ¿Por qué? Porque la dignidad es la cara. Esta es la palabra que me gustaría retomar porque detrás de ella está su pregunta: ¿permanece la dignidad en mí? ¿Cuál es la dignidad despúes de todo esto, cuál es la dignidad de las mujeres golpeadas y maltratadas?», lamentó invitando a contemplar la Piedad de Miguel Angel desde este prisma.
A María, Francisco le recordó que «la crueldad» es «la bofetada más dura de la sociedad para tí, ignorando el problema de los demás…» Para el Pontífice. «estamos entrando en una cultura de la indiferencia en la que intentamos alejarnos de los problemas reales, del dolor de la falta de vivienda, de la falta de trabajo. Por el contrario, con esta Pandemia los problemas han aumentado porque se ha llamado a la puerta de los que ofrecen dinero en préstamo: LOS USUREROS. Un pobre, una persona necesitada, cae en manos de los usureros y lo pierde todo, porque no perdonan. Es crueldad sobre crueldad, lo digo para llamar la atención de la gente y que no sea ingenua; la usura no es una salidad del problema, la usura te trae nuevos problemas».

LAS LECCIONES DE LA PANDEMIA
Con el ex presidiario, Francisco habló de que «la esperanza nunca decepciona, está Dios, no volando por ahí, sino Dios junto a tí, porque el estilo de Dios es la cercanía, la compasión y la ternura… Dios está con cada uno de los prisioneros, con cualquier persona que pase por dificultades… No lo dices, pero sabés en tu corazón que estás perdonado, y que tienes esa esperanza que no defrauda… Por eso puedo decirte una cosa: Dios siempre perdona, Dios siempre perdona… Nuestra fuerza reside en la Esperanza de este Dios cercano, compasivo y tierno, tierno como una madre.
«Necesitamos el contacto, el contacto cara a cara, pero tenemos la tentación de aislarnos con otros métodos, por ejemplo, el contacto sólo por teléfono movil, las amistades por teléfono movil, la falta de diálogo concreto. Habéis comprendido de esta situaciónque el diálogo concreto no puede ser sustituído por el diálogo en línea, que hay algo más», le recalcó el Pontífice a Maristella. «En el encierro todo se pone a prueba, incluso la relación con Dios… la relación con Dios no es una cosa lineal que siempre va bien, la relación con Dios tiene Crisis como cualquier relación de Amor en una Familia… Toma el Evangelio, en el mismo Evangelio está la palabra de Dios que te arreglará otra vez. Me dan miedo los predicadores que quieren curar la vida en crisis con palabras, palabras, palabras».
«LA VIDA EN CRISIS SE CURA CON CERCANIA, COMPASION, TERNURA. ES EL ESTILO DE DIOS»

FUENTE: vidanuevadigital.com