
ESCRIBE FABIAN ARIEL GEMELOTTI
Hay un Filme Argentino olvidado y que muchos no conocen. Fue un fracaso comercial, y como todo fracaso el tiempo lo marca a fuego 50 años después.
El cine y la Literatura son como el vino de calidad, añejan y no son para todo el mundo. En 1969 Hugo Santiago, un docente de Filosofía y Literatura de la U.B.A. y cineasta de películas archivadas en museos del olvido, filma Invasión. El guión es de Hugo y de Borges, por eso se la conoce a la película como el filme borgeano. El argumento es de Borges y de Bioy Casares.
La película dura 125 minutos y se estrenó un 16 de octubre de 1969. Fue calificada para mayores de 18 años. Y es en blanco y negro, el color del cine dirían los que saben de cine, que son muy pocas personas en este mundo. Borges era un cinéfilo, amaba el cine y sabía de cine. Borges nace con el cine, allá por 1899 y el cine nace cuatro años antes con esa filmación de los hermanos Lumière donde los obreros salen de una fábrica. Borges es cine como Virgilio es poesía. Ya Borges en su libro Evaristo Carriego imagina cómo un filme narraría el nacimiento de Palermo. Y el Aleph se lee en clave cinematográfica. Y su narrativa más lograda, a mi entender, nos remite a los filmes de Von Strenberg.
Estoy hablando de Historia universal de la infamia, lo más bello de Borges. Y si nos remitimos a su cuento El hombre de la esquina rosada, es una narración con secuencias de cine. La espera y Los muertos nos remiten al wésterns y al cine de gángsters. Borges fue Borges y no hay otro igual. A Borges le gustaba el cine soviético y sentía devoción por Eisenstein. Borges se reía con Chaplin y los filmes del cómico trazan muchos de los relatos borgeanos. Borges respiraba cine y como todo lector y amante de los libros Borges fue un cineasta en su alma de narrador.

Invasión fue un filme olvidado por muchos años, casi desconocido y que recién en 2008 pudo llegar al formato DVD y llegar a los claustros universitarios y al mundo de la literatura.
Invasión cometió un pecado para las masas: su lenguaje y su temática es de la angustia y la desesperación en un mundo apático y derrumbado. Invasión es un filme de ciencia ficción y policial y de vanguardia y nos remite a la nouvelle vague y tiene un toque del cine fantástico y mucho del policial negro norteamericano, pero con el bandoneón de Pichuco. O sea, es un filme único y narrado como si fuera una novela de estilos y de prosa exquisita.
Alguna vez, hace muchísimos años, me preguntó un alumno si se decía «borgeano» o «borgiano». Yo daba Historia y Filosofía, no soy estilista de la lengua ni estoy calificado para dar Español. Entonces le dije: «borgesiano». El chico (yo también era un chico, 23 años) me dice: «a mí me gusta borgeano». Y le digo: «entonces es borgeano» y ahí terminó este debate sin sentido, porque no tiene importancia alguna si decimos «borgiano» o «borgeano» o «borgesiano». De abjetivos y calificativos y verbos que se ocupen los que hacen diccionarios, yo me ocupo de otra cosa. No tienen importancia los verbos ni los adjetivos cuando se escribe o habla, por eso estudié Historia y no Literatura. Ya aclarado esto, necesario para avanzar en este ensayo nocturno, voy (¿o sería mejor vamos? La tercera persona lo dejo para los manuales escolares). a hablar del filme.
El filme Invasión es una invasión a un lugar imaginario. Y ese lugar es Aquilea. El nombre de la ciudad nos remite a una ciudad del Imperio Romano Occidental. Los bárbaros invaden esta ciudad. Acá vemos lo figurativo en Borges, ¿quiénes serían los bárbaros de la modernidad? En el filme hay un anciano que es el jefe y organizador de la defensa de esa ciudad imaginaria. Juan Carlos Paz interpreta a ese jefe. Actúa Lautaro Murúa, un compadrito que tiene mucho de la impronta borgesiana. También actúa Olga Zubarry, siempre bella y la actriz que protagonizó el primer desnudo en el cine argentino, allá por 1946 en El ángel desnudo. Hace de la mujer de Herrera, el compadrito interpretado por Lautaro Murúa. Hay un desnudo de Olga en el filme, motivo que hizo que el filme sea calificado para mayores de 18 años. Y como siempre los desnudos pesan más que las ideas para los censores. El filme habla de una invasión que va a destruir todo, la «normalidad» de la vida cotidiana se ve amenazada por los invasores, hombres de gabardina que planifican una invasión en masa. El filme tiene mucho del anti héroe, porque nos remite a la derrota. Todos saben que la invasión va a ser un éxito y que están condenados al fracaso desde el primer momento los defensores. Bien borgiano.

El filme aborda tres temas: la invasión tiene como objetivo la pérdida de los valores de las relaciones entre personas. Por eso el filme nos remite a la falta de amor entre los personajes y la frialdad es lo que predomina. La invasión es eterna, y acá es interesante nombrar a El Eternauta, porque la temática de la obra de Oesterheld es que las invasiones son eternas y poderosas e invisibles. Nada es heroico, los héroes son fantasía de los poetas y los adoradores de la mitología clásica. El filme es amargo y a su vez esperanzador: se vive en la angustia eterna, pero esa angustia es lo que nos hace vivir. ¿Referencias a Freud? Quizás.
Pero hay algo más, si nos ubicamos en los tiempos históricos el filme nos remite a la Dictadura de Onganía (aunque el filme está ambientado en 1957 y no en 1969) y nos anticipa el horror de 1976.
Para finalizar vale apreciar un diálogo del filme:
-¿Por qué no resiste Herrera, si la gente está esperando lo que le vamos a vender?
-La gente no se da cuenta, y los que se dan cuenta tienen miedo como yo.
Un filme de culto y para verlo con una botella de vino de dos mil pesos sentado en un sillón y saber que no todo el mundo podrá resistir estas imágenes de un filme tan bello y tan angustiante.
LA ANGUSTIA Y LA DESESPERACION… ES LA VIDA.
