
ESCRIBE RAMIRO CAGGIANO BLANCO
La visita casi clandestina de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU. a Taiwán ha generado una ola de tensiones con China, país que considera la isla como parte de su territorio.
Hay quienes se mofan de la supuesta falta de respuesta china a esta provocación yanqui y ven falta de firmeza por parte de la potencia oriental. Ciertamente, no conocen China ni su forma estratégica y calculada de actuar.
Aquí va una sólo una muestra de la respuesta asiática: la empresa china de baterías CATL congeló la apertura de su planta en Estados Unidos de 5 mil millones de dólares. La planta estaba destinada a suministrarles baterías a las gigantes automovilísticas Tesla y Ford.
Además, los proveedores chinos de Apple han suspendido sus envíos por lo que, de hecho, el negocio del gigante tecnológico estadounidense está paralizado.
Esto sólo para empezar…