CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE EN ESTOS DIAS EXTRAÑOS

ENSAYO/CINE DE CIENCIA FICCION

POR FABIAN ARIEL GEMELOTTI

Charton Heston es un policía que descubre una trama de comida enlatada. Una multinacional usa cadáveres como alimentos para vender a la población. El filme de Richard Fleischer es pos apocalíptico. Un filme de ciencia ficción que en 1973 pasó desapercibido. El mundo en los 70 era un mundo de abundancia. ¿Quién podría pensar en los 70 que la pobreza y el hambre sería la constante del futuro? La ciencia ficción se adelanta a lo que vendrá. Es una caricia que pega fuerte y produce terror y fantasía y placer. El espectador se dice: «es ciencia ficción, nunca va a ocurrir». Katherin Bigelow, esa directora que nos deleita con su cine tan trabajado, en 1995 filma Días Extraños. Juliette Lewis tiene 23 años (en el filme hace de 19). Ralph Finnes tiene 34 años. El filme es alucinante. El mejor filme de la directora. La película trata sobre un traficante de placeres; un hombre (Ralph Finnes) trafica un aparatito donde te lo ponés en la cabeza y podés así disfrutar de los placeres que sienten otras personas en el acto sexual. Se roban imágenes de las mentes de las personas, y se graban y trafican. Así Ralph puede seguir gozando del cuerpo de Juliette al ponerse el aparatito y recostarse en la cama a soñar. La chica fue su amante y ahora lo desprecia. Pero esas imágenes de sexo siguen presentes en ese aparatito. Es el último día de 1999 y el 2000 trae incertidumbre. Es un policial minimalista. 

JULIETTE LEWIS

«Días extraños» y «Cuando el Destino Nos Alcance» se adelantan al presente en muchas cosas. No es la intención de un director plantear lo que vendrá. Filma y listo. Julio Verne no fue un adelantado, fue alguien con mucha imaginación. Y sus libros son de aventuras, no era un mentalista ni un profeta ni un científico. Fue un novelista nada más.

La ciencia ficción es aventuras, fantasía y sobre todo plantear lo que podría pasar. Eso no quiere decir que va a pasar. Es un texto, un libro. ¿Se comprende lo que es un libro? Creo que no. Un libro es un escrito insertado en una cosa con tapa y contratapa. Algo para leer con la vista. Un filme son imágenes para ver también con la vista. Es ficción. La ficción es una fantasía del autor. No es realidad. Es una creación desde la imaginación de quien escribe o filma. Algo simple de comprender, hasta un chico de primer año del secundario podría explicarlo mejor.

¿En qué estábamos? En días extraños. El filme pega fuerte, porque tiene una estética de obscuridad y violencia punk. Tiene esa estética de Calles de fuego y de Ciudad en tinieblas, donde la cámara juega con imágenes y música y rostros perfectos para crear fantasía en el espectador. Ralph sabe que su ex Juliette es una drogadicta y es ahora la amante de un traficante de narcóticos. Ralph la quiere de vuelta para él. Pero la chica ya no lo ama. ¿Alguna vez lo amó? A todos en los noventa nos gustaba Juliette Lewis. Esas tetitas chiquitas y bien paraditas y esa cara de niña mala. A otra generación le calentaba Leigh Taylor, la mujer fatal de Cuando el destino nos alcance. El cine siempre pone una mujer que te haga calentar. Hay mujeres para cada época, después envejecen y pasan a ser un recuerdo. Es como una novia de los veinte años, ahora no te dice nada. Pero en su momento uno quiso suicidarse cuando te dejó. El filme explora (Días extraños) el deseo, el placer y la manipulación. El filme muestra una sociedad alienada y quebrada. Sus ciudadanos viven en una masturbación pos apocalíptica. Drogas, sexo y violencia son el placer de esa sociedad que no quiere reivindicar las virtudes de los puritanos. Es como escape de Los Angeles. Antes vino el «Escape de Nueva York». Son películas de anticipación. Nunca se las tomó en cuenta. Fueron ciencia ficción para los quebrados de los noventa. Me viene a la memoria Soy leyenda, esa novela tan apocalíptica de vampiros escrita por Matheson. Y El hombre menguante. Matheson supo leer el presente y a lo que se podría llegar. 

El otro día vi nuevamente Días extraños con una amiga. Le digo a mi amiga: «me calentaba esta mina en los noventa». No entendió lo que le dije, mi amiga está en la plenitud de la belleza y juventud. Las arrugas no se asoman todavía. Tiene las tetas ahí naturales y serían dignas de un filme de Tinto Brass. Pero no sabe quién fue Tinto Brass. No filmaba ciencia ficción, fue el directorar más grande del erotismo. La ciencia ficción y el erotismo tienen esa cosa que nos muestran la vida tal cual es. El futuro siempre será apocalíptico, nos dicen los escritores de ciencia ficción. El cuerpo envejece y las arrugas hacen estragos en los cuerpos, nos dice entre líneas el cine erótico. 

Estoy leyendo Pajaritos, me lo prestó una amiga. Me gusta, bien escrito. Hace años que no veo Brazil. Le dije a mi amiga, «te voy a mostrar Brazil», y me dice: «¿qué es eso?». El sexo y el cine y el vino son un condimento para el presente porque el futuro es la muerte. 

EL DESTINO YA NOS ALCANZO EN ESTOS DIAS EXTRAÑOS.

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