
¿POR QUE NOS GUSTA TANTO?
Algunos alimentos atraen por su dulzura, otros por su aspecto, pero ni la vaina ni la baya de la pimienta tienen nada digno de mención. Sólo la queremos por su picante, e iríamos hasta la India para conseguirla. ¿Quién fue el primero en probarla con la comida? ¿Quién estaba tan ansioso para desarrollar un apetito mayor que el hambre? La pimienta y el jengibre crecen salvajes en sus países nativos, pero los valoramos tanto como el oro y la plata” (Plinio el Viejo, Historia Natural, 12.14).
