MATAR Y NADA MAS QUE MATAR

POR FABIAN ARIEL GEMELOTTI

Joneli se levantó con ganas de asesinar. Las ganas de matar estaban en sus genes y su sangre fluía odio acumulado de años. Joneli era un tipo civilizado, un buen vecino y honesto trabajador del estado. Se levantaba todas las madrugadas para ir al Ministerio de la Salvación. La guerra había destruido mucho y el Mundo Nuevo tenía un Ministerio para salvar a las almas y purificarlas. 

En el año 2033 hubo una guerra nuclear y los vencedores se transformaron en purificadores. Ya nadie mataba a nadie y no había hambre en el mundo. La gente vivía feliz y compartía todo. Era un comunismo de igualdades y amor al prójimo.

Pero Joneli no se sentía a gusto en el Nuevo Mundo y no podía decirle a nadie que deseaba matar a alguien. Su mujer era una dirigente del Partido del Orden; una mujer voluminosa de carnes y ojos grises y defensora a ultranza del Partido. Joneli la detestaba pero soportaba esa carne porque estaba Prohibido el Adulterio y solamente se le designaba a cada persona una pareja para toda su vida; y la vida era larga porque ahora se vivía hasta los 150 años. Joneli tenía 90 años y su mujer 88 y tenían sexo pleno. Su mujer se desnudaba y su carne se metía en la cama y Joneli la penetraba con cara de felicidad porque estaba prohibido tener cara triste o no satisfacer a la pareja. Su mujer gritaba y sudaba y Joneli martillaba y llegaba al final con una sonrisa y su mujer lo besaba y lo abrazaba con sus brazos y Joneli se ahogaba porque su mujer le metía las tetas en la cara y Joneli no podía respirar.

Joneli quería matar a su mujer.

Joneli estaba enamorado de su compañera de trabajo y no podía decirle porque eso violaba la Ley de Lealtad a la pareja. Su compañera lo miraba raro porque Joneli la miraba mucho. Un día le dijo al supervisor y éste lo llamó a Joneli y le dijo que no la mire a la chica. Desde ese día Joneli se empezó a sentir triste pero estaba prohibido estar triste. 

El Nuevo Mundo había creado igualdad, no existía más el racismo y los sexos vivían en plena igualdad de oportunidades. Nadie pasaba hambre y no había pobres en el mundo. La tolerancia era la norma y ya nadie decía «puto» o «negro de mierda» o «chupala». Esas palabras estaban prohibidas por Ley. Todo el mundo leía el Gran Libro del Estado que lo había escrito el primer pensador del Nuevo Mundo. Ese libro era la Biblia de la Igualdad. Ya no se leían novelas porque decían que estaban llenas de odio y se había destruido la Biblioteca Publica con toda su Literatura de Desigualdades. 

Joneli quería asesinar a su mujer y no sabía cómo.

Un día estaban haciendo el amor y Joneli le dijo a su mujer «gorda sobaquera» y ésta se puso a llorar y enseguida se puso la Luz Roja de Alarma que controlaba el Lenguaje y vino la Guardia y se llevaron a Joneli. Un juez lo condenó a ser castrado y cambiado de sexo. 

Joneli desde entonces no es más Joneli y ahora vive con un tipo Africano que lo penetra todas las noches y Joneli no puede decirle que es un negro sobaquero porque sería juzgado nuevamente y esta vez convertido en robot y sería penetrado por una agujereadora de Inteligencia Artificial…

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