
ESCRIBE EDUARDO DELMONTE
Ante la reciente propuesta sobre contraprestación de los salarios sociales realizada por el Bloque de Concejales de Juntos por el Cambio, quiero manifestar que evidentemente, el concejal Cardozo no conoce que los programas de trabajo Salario Social Complementario ($ 13.000.- mensuales) requieren, para otorgarse, de una Contraprestación Laboral, que se hace (sin cobrar un peso extra) en Plazas, calles, lugares públicos y basurales.
Tampoco sabe de esas mujeres (y hombres) que, en las ollas populares, pusieron y ponen el pecho en la primera línea de la lucha contra la pandemia. Y muchos perdieron la vida en esa tarea. Tratándose de Cardozo y Juntos por el Cambio, no hay que pedirle peras al olmo, ya que nunca se lo vio recorriendo los barrios ni involucrándose en los sufrimientos de lo más humildes. Sólo lo mueve su afán electoral, que mira a los pobres como potenciales votantes, y que busca posicionarse en la interna como ala dura de esa derecha macrista, que entregó al País, nos endeudó fraudulentanente por varias generaciones, y fugó al exterior 44.000 millones de dólares.
Nosotros no pedimos planes ni subsidios, porque entendemos que generan clientelismo y pasividad.Los aceptamos porque no nos dejan otra opción frente al hambre. Lo que verdaderamente requerimos es que el Estado garantice el derecho al trabajo genuino, como lo señala la Constitución Argentina.
Tampoco nos alcanza (aunque es absolutamente digno) con limpiar plazas.Queremos que se motorice un megaprograma de construcción de viviendas, que permita acceder al trabajo genuino en condiciones de Ley, y a la capacitación en oficio, a los más de 70.000 desocupados de la ciudad de Rosario, particularmente a aquellos que el mercado laboral rechaza (mayores de 40 años, mujeres cabeza de familia, jóvenes, y como inserción y recuperación social para aquellos que sufren adicciones).
Claro, para eso haría falta un inversión muchísimo mayor, en tierra, materiales y salarios dignos. Para lo cual habría que supender el pago de esta deuda externa ilegítima, y tocar los bolsillos de los que en plena pandemia siguen juntando la plata con pala: los bancos, las mineras, los terratenientes, y las agroexportadoras, que tienen muchos de ellos domicilio en la Bolsa de Comercio, y de los cuales Cardozo pretende ser vocero.