
ESCRIBE FABIAN ARIEL GEMELOTTI
George C. Scott fue un actor que nos deleitó con Patton en 1970. Fue el primer actor en rechazar un premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas por sus convicciones. Scott encarna en Taps a un general director de una academia militar. Las autoridades quieren cerrar la academia y convertir ese lugar en un complejo de apartamentos. El general Bache encarnado por Scott se opone y entabla una lucha admnistrativa para salvar a la academia. Pero un accidente inesperado provoca el cierre de la academia en forma inmediata. Y ahí surge una sublevación de los cadetes que se arman y defienden la academia como si fuera una fortaleza contra enemigos del exterior.
El ejército manda militares a reprimir a los cadetes. Los cadetes están liderados por el Cadete Mayor Brian Moreland (Timothy Hutton), por el Coronel Kerby (Ronny Cox), por el Cadete Capitán Alex Dwyer (Sean Penn), por el Cadete Capitán David Shawn (Tom Cruise), y por los cadetes Auden, West y Mellot.

El filme se la juega en mostrarnos el honor sobre cualquier otro «valor». Si no hay honor no puede haber amistad ni tampoco derecho a vivir. Los cadetes son ninguneados por las autoridades que mandan tanques y están decididos a reprimir. Los cadetes se defienden. Parece que es una guerra a muerte, y cuando el Ejército se decide a tomar la academia por las armas un inesperado suceso borra todo de un saque. Una lucha interna entre cadetes da un desenlace inesperado.

El filme tiene esa cosa tan particular que es propia de la literatura militar y de fortalezas. En algunas escenas nos recuerda a «El Desierto de los Tártaros» de Dino Buzzatti, esa novela tan significativa para la literatura del siglo 20. Pero no es la novela de Buzzati con esa cosa tan kafkiana. Taps va más allá de Buzzati, aborda esa cosa tan particular que es la esencia del cine Norteamericano: cuestionar todo e ir más allá de lo convencional.
En 1981 Ronald Reagan asume la Presidencia de Estados Unidos y aplica medidas económicas muy severas. Empieza un proceso de cierre de fábricas de la alimentación y de privatizaciones. El economista Milton Friedman elogia a Reagan, un economista que luego retomarán los progresistas en la actualidad demostrando que el progresismo actual es hijo del neoliberalismo de Reagan. Margaret Thatcher en 1979 es nombrada Primera Ministro del Reino Unido. Reagan y Thatcher son los pilares de la economía Neo de los ochenta. Nace una nueva forma de ver la vida con las nuevas economías.
En 1979 Jean Francois Lyotard pública La condición posmoderna, una crítica aguda de la modernidad. Lyotard pone en cuestionamiento al marxismo y al reduccionismo histórico. Habla de la condición individual del sujeto. Verdad en su libro no es la verdad que conoció Occidente en 2000 años de Historia. El hombre, nos plantea Lyotard, nunca puede llegar a la verdad colectiva porque «verdad» es simplemente una convención individual de cada sujeto, no hay verdades colectivas.
Las internas entre cadetes en el filme es una forma de mostrarnos que cada cadete es portador de una verdad individual y que el honor es el motor movilizador. ¿Lyotard es liberal? No se plantea cuestiones convencionales en su libro y sería necio y reduccionista tildar de liberal a Lyotard porque se lo estaría etiquetando desde convenciones de pensamientos institucionales. Lyotard va más allá de la superficialidad de los partidos políticos tradicionales y de las ideologías de sometimiento. Lyotard puede visibilizar el mundo moderno y el surgimiento de políticas de ajuste (ajustes en el pensar sobre todo) que marcarán la condición de la vida en el futuro cercano.
El mundo a partir de los ochenta no va a ser el mundo «revolucionario» socialista, hay que plantearse otras cuestiones. Al «saber» moderno no se lo puede medir con los mismos procesos ideológicos del marxismo y las revoluciones setentistas. Ya no se puede hablar de verdades «absolutas» como hablaban los marxistas; y también hablaban los liberales tradicionales. Lo Neo destroza todo, y el hombre se transforma en algo fuera de control. En este contexto histórico se filma Taps, rompe con los estereotipos del cine.
¿El honor? El honor es posible en esos jóvenes que defienden su hogar que más que institución militar es el refugio a la amistad. Hay un quiebre interno entre ellos y ese quiebre lleva al fracaso. Al filme lo dirige Harold Becker que en 2001 dirigirá Falsa identidad con John Travolta como protagonista. El guión es de Darry Ponicsan y Robert Mark Kamen. La música de Mauricio Jarre. Y el excelente montaje de Maury Winetrobe. La produce y distribuye 20th Century Fox. Es un filme de 121 minutos aproximadamente.
