
ENSAYO DE FABIAN ARIEL GEMELOTTI (ABRIL DE 2020)
En la Antigüedad hubo muchas enfermedades y virus mortales. A esas enfermedades se les daba el nombre de «peste» y el «apestado» era separado de la población y se lo llevaba a cuevas que cumplían una función de «olvido y reclusión perpetua». Los leprosos eran «apestados» y no se los podía tocar. El leproso era un «paria de la peste», no tenía vida social y era apedreado cuando se los veía. Una de las cuestiones por las que se mata a Jesús fue porque tocaba al apestado y tenía compasión por el leproso. No es que Jesús curara la enfermedad, Jesús simplemente no les temía y se acercaba y los tocaba. Esa transgresión de las normas de higiene de la Antigüedad fue mal vista por sus contemporáneos, porque estaba prohibido tocar al leproso.

Hubo muchas pestes en el mundo antiguo. Acá no interesa si la peste es real o no lo es, voy a analizar a la peste como detonante del control poblacional. En el año 430 a.C. Atenas se vio afectada por una plaga que mató a más de 150.000 personas. Las autoridades de Atenas no solamente mataban al apestado, sino que quemaban la vivienda con toda la familia adentro. Se calcula que solamente murieron infectados 50.000 personas por la peste y 100.000 fueron asesinados por ser familiares de los apestados. Unos años después regresa la peste a Atenas y las autoridades queman todas las viviendas humildes, porque piensan que ahí está la peste. El Estado de esa forma elimina a la población más pobre y la economía tiene un repunte muy grande. Esa peste fue «purificadora» dice Cicerón en un escrito sobre Grecia.

Una de las pestes más grandes que sufre el mundo antiguo fue la peste antonina del año 166 d.C. Esta peste duró cinco años y causó cinco millones de muertes en todo el Imperio Romano. Las autoridades romanas prohibieron salir a la calle a las personas pobres, y las villas eran quemadas con sus pobladores adentro. La peste fue una viruela o sarampión, y mataba principalmente a niños. Fue una de las pandemias más sangrientas de la Historia. Los soldados imperiales se envolvían el cuerpo con un traje blanco, y se tapaban el rostro con una especie de barbijo negro y con sus lanzas iban matando por la calle a personas con manchas en la piel. Golpeaban una puerta y al abrir miraban los brazos, si veían una mancha te mataban. El Estado justificaba esto «porque era la única forma de detener la peste» dijo el médico Galeno, que fue el descubridor del «mal». La Ley reglamenta la muerte y crea legislación para eliminar al posible apestado. Los primeros antecedentes de legislación sobre pandemias están en el derecho romano. En el 249 hubo otra peste muy grande, la llamada peste Cipriana. Esta peste llega a Roma desde Egipto y causa de tres a cinco millones de muertes. Roma decide que toda persona con síntomas sea quemada viva. Dicen historiadores que se ponían a niños en las plazas y se los ataban con sogas y se les prendia fuego y la gente aplaudía porque así «se iba la peste». La peste sirvió para matar cristianos, delincuentes y gente pobre.
Pero la peor peste que sufre el Imperio Romano es la peste llamada la plaga de Justiniano. El Imperio Bizantino sufre en 542 esta peste. En cuatro meses mueren unas cincuenta millones de personas. La característica de la peste era la necrosis en la mano. Después de la peste se siguió matando gente, una forma de «prevenir que vuelva la peste». El Imperio suspendió toda garantía a los ciudadanos. La gente estuvo años encerradas en sus casas y eran alimentadas por canastos con comida que dejaban en la puerta de las viviendas. Esta peste de Justiniano fue la primer peste de orden mundial, afectando a África, Asia y a Europa. Se cerraron todos los caminos comerciales. Las consecuencias de esta peste fueron más de 300 millones de personas que mueren de hambre al lograr ser controlada.

La peor peste de todas fue la peste del siglo XIV (1347/1353), la llamada Peste Negra o Muerte Negra. Esta peste afectó a todo el continente europeo y a Asia y África. La gente moría como moscas. Los cadáveres se tiraban en fosas comunes y se prendia fuego a todo. Las autoridades estaban autorizadas a ingresar a las viviendas y quemar todo, con la gente adentro. El fuego «era la única forma de detener el mal»(dice un comentador de la época) La peste sirvió como excusa para expulsar a los judíos de los territorios europeos. Se los persiguió y mató, porque se los acusaba de «causantes de la peste por intoxicación y envenenamiento de los pozos de agua». Se cree que la peste se originó en China y de ahí llega a Europa por ratones en los barcos comerciales. Las manchas en la piel, fiebre alta, tos y sangrado eran los síntomas. Estaba prohibido el sexo y besar y tocar a cualquier persona. Es la época en que se escribe el Decameron, una crítica al puritanismo y control sexual derivado de la pandemia. La Iglesia crea órdenes religiosas de control social para quemar «impuros» por actos sexuales.

En 1485 tenemos la peste del sudor inglés, Inglaterra es afectada por esta peste que mata en dos horas a los contagiados. Las autoridades acusan de la peste a las mujeres por el acto sexual. Para evitar la peste se les corta los penes a todos los hombres jóvenes y a las mujeres se le cosía la vagina con hilos y así no podían usarla. Es la famosa época de los candados y cadenas vaginales para impedir el acto sexual y que la peste «no se expanda». El sudor inglés vuelve en 1528 y dura un año. Los hombres jóvenes son perseguidos para ser castrados, y oleada de jóvenes huyen a las montañas y se esconden de las autoridades. Entonces las autoridades empiezan a castrar a hombres «viejos». Se los llevaba a las plazas y se los desnudaba y se los ponía en una fila y el «azotador del Estado» iba con un hierro caliente y les quemaba el pene. La gente aplaudía y victoriaba a las autoridades estatales.
Se decía que la fiebre mortal era contagiada por el acto sexual y los besos «apasionados».
Muchísimas «pestes» afectaron al mundo a lo largo de la Historia. Voy a enumerar en forma rápida otras pestes. 1518, la epidemia de Estrasburgo, Francia. Dura un mes y muere muchísima gente. Las autoridades suspenden garantías de protección al ciudadano. 1551/52, última oleada del sudor inglés. Los hombres son castrados y las mujeres sufren la quema vaginal con hierro caliente. 1629/31, la peste de Milán. 280.000 víctimas. 1649, Epidemia de Sevilla. 1666, la Gran Plaga de Londres. Esta plaga decían que la producía el polvo de los libros. Se queman miles y miles de libros en hogueras públicas. Londres sufre un incendio (¿intencional?) que destruye la parte más pobre de la ciudad. 1679, la peste de Viena. 1707/1709, la peste de la viruela en Europa. 18.000 muertos.
El siglo XIX tiene sus pestes. En 1817 es la primera pandemia de cólera en Europa. Dicen que las tropas inglesas la trajeron de la India. El Imperio británico quema ciudades enteras en la India. 1827/35, segunda pandemia de cólera. 1852, tercera pandemia de cólera. 1856, cuarta pandemia de cólera. 1870/75, epidemia de viruela en Europa. 1881, quinta pandemia en Europa. 1889/90, la gripe rusa. De Rusia llega a Europa. Se prohíbe toser en público. Y se usa por primera vez el barbijo en toda la población. Quienes salen a la calle sin barbijos reciben un tiro en la cabeza por francotiradores apostados en los edificios.
Recordemos la fiebre amarilla en Argentina. Fue durante el gobierno de Sarmiento. Muere muchísima gente en Buenos Aires.
El siglo XX también tiene sus grandes pandemias. 1918/9, la gripe española. 100 millones de muertes en toda Europa. 1919, la gripe porcina. Es la H1N1, considerada en la actualidad como estacional. 1957/8, la gripe asiática. El virus H2N2 es el causante, y mueren dos millones de personas. En 1962 en Tanganica (actual Tanzania) es invadida por la epidemia de la risa. Esta epidemia se contagiaba por la mirada, la gente empieza a reír y reír hasta morir de risa. Se deformaba la boca y los ojos. El afectado se tiraba al suelo y se retorcía de risa. Y así moría en pocas horas. En Tanganica las autoridades por Ley prohibieron reír en público por muchos años. En la actualidad en Tanzania no se puede reír en oficinas estatales y está terminantemente prohibido mirar a los ojos en la calle y el transporte público.
En 1968/9 es la gripe de Hong Kong, con dos millones de muertes. El primer brote epidémico de Ébola es en 1976 donde se detectaron 3418 casos con 2830 muertes. Se cree que surge en Zaire y Sudán.
1981, aparece el Sida en el mundo. 30 millones de muertes en el mundo por Sida. En los ochenta se hace popular el uso del preservativo y la Iglesia pone énfasis en el sexo monogámico. En los ochenta por el Sida empieza una persecusión laboral a los homosexuales, porque se decía que eran portadores de Sida.

1990, brote de difteria en la Unión Soviética. 1500 personas mueren. 1991/92, epidemia de cólera afecta a los países más pobres de América latina. 1994/96, epidemia de Ébola en África Occidental.
2005, la gripe aviaria en su cepa H5N1 se descubre y se habla de posible pandemia mundial. 2009/10, la pandemia de gripe A produce 575000 muertes en el mundo. 2012/15, el síndrome respiratorio de Oriente Medio. Es un virus pulmonar que mató a 1000 personas en Alemania, Francia, Túnez y Qatar. 2014, virus del Zika azotó a más de 4030 bebés en América latina, naciendo con microcefalía.
2019/20, el Covid-19. Es detectado en diciembre del 2019 en China un nuevo coronavirus (Sars, CoV 2). Hasta el presente provocó 160.000 muertes en los cinco continentes.
Las pandemias son reales, pero también es real que una pandemia sirve como control social, como elemento de vigilar y someter a la población a la voluntad del Estado. En la Antigüedad el sistema de castigo no era el que conocemos en la actualidad. Las sociedades castigaban de otra forma y vigilaban de otro modo.
La religión, la peste y la lanza eran el control poblacional. No existía el sistema carcelario de la modernidad. En la Edad Media la hoguera pública era la forma de controlar a las poblaciones. La Iglesia actuaba de policía y se legisla sobre el «bien» y el «mal». Morir en la hoguera por impuro o bruja o brujo era la forma de castigo de los Estados medievales.
El suplicio de la hoguera era el castigo, morir en forma brutal, en acto público ante la mirada de la población. La modernidad descubre otra forma de castigo, y surge el sistema carcelario. Y de suplanta la hoguera y la tortura de la Inquisición por las cárceles y el derecho penal perfeccionado en la sanción de la falta contra el Estado.
El «delincuente» va a parar a la celda, y ahí pasa su vida condenado por la Ley. La Edad Media fue suplicio y sufrir el fuego, y ahora el castigo legislado es el suplicio que sufrieron los brujos. Las pandemias siempre sirvieron como forma de ordenar y vigilar y sancionar al «infractor».

El portador del virus es un portador del «mal» y el Estado puede decidir «en beneficio del bien del Otro». El Estado cumple la función de controlador, te dice qué comer, qué hacer con tu tiempo libre y legisla sobre la privacidad de las personas. El Estado es un Gran Hermano que se mete en tu sexualidad, en tu vida íntima y tiene los elementos jurídicos para ordenarte que «te quedes en casa».
El eufemismo de «quedate en casa» suena a orden y progreso, como cuando los leprosos en la Antigüedad para decir que eran portadores del mal usaban una especie de campanilla y ese ruido era el que los señalaba como portadores del «mal». El leprosario moderno es la vivienda, ahí los portadores del «mal» son confinados por el Estado «por el bien de la humanidad y para terminar con el mal». Las religiones modernas no necesitan de crucifijos ni hogueras, porque el suplicio fue reemplazado por el castigo carcelario.
Nota: Este Ensayo de Investigación está dedicado a mi padre que ama la Historia y que me transmitió ese Amor a los Libros y a todo lo que sea Historia Antigua.