
MAPA DE SITUACION Y CONCLUSIONES
El diagrama a continuación muestra la evolución de los indicadores analizados a lo largo de informe. La metodología se reparte en seis segmentos* agrupados en cuatro grandes rubros: construcción, industria, consumo y actividad y mercado de trabajo.

A partir de julio/agosto se observa una fuerte recuperación en lo referido a construcción y producción industrial, que se consolida desde septiembre de 2020, prácticamente para todos los indicadores. Luego de la brutal caída en abril y mayo, se produce una recuperación a niveles de prepandemia. En definitiva, los segmentos de ambos rubros muestran mejor desempeño a finales de 2020 (incluso con la pandemia vigente) que a finales de 2019.
A la par, en el caso del consumo, se percibe cierta disparidad: las ventas de supermercados se mantuvieron relativamente indemnes del efecto de pandemia (7) (como resultado de ventas de alimentos y bebidas), el consumo de combustible no se recupera aun a los niveles previos al COVID y la recaudación relacionada directamente con el consumo (IVA), que había mostrado recuperación desde la mayor caída en abril último, computó, en diciembre de 2020, el mejor mes del año, superando en casi 11% los niveles previos en términos reales a los de prepandemia. Si bien este último dato genera expectativas positivas, en términos de salarios y con datos parciales (la información disponible llega a octubre 2020) se observa que, desde septiembre, el nivel de ingresos en términos reales resulta ser similar al del año anterior, mientras que, en el empleo, se corta la secuencia descendente luego de la caída de abril-mayo pero no se logra recuperar aún los puestos perdidos. Vale la pena mencionar que, en términos de salarios del empleo registrado privado, la pandemia erosionó la recuperación salarial que se produjo entre enero y marzo de 2020, volviendo a valores similares al del mes homogéneo del año anterior. Las dificultades para darle dinamismo a la evolución del empleo indican que parece haber sido razonable el esquema de acuerdos que privilegiaron el empleo por sobre el salario.
La recuperación de la actividad junto a una incipiente recuperación de los indicadores laborales y la expectativa de incrementos futuros hace vislumbrar un recrudecimiento de la puja distributiva en 2021 ¿Quién se queda con la recuperación de ingresos? La variación de precios del mes de diciembre muestra, entre otros aspectos, a sectores de la actividad económica incrementando precios para apropiarse a través de dicho proceso del incremento nominal de los ingresos.
Es oportuno mencionar que los meses de abril y mayo fueron probablemente los peores de la historia económica en la mayoría de los sectores: en despacho de cemento abril significó una caída de 55%; en ese mismo mes la reducción de consumo interanual más pronunciada de los últimos 20 años; en demanda de energía eléctrica registró en ese mes un descenso promedio país de 11% en comparación con los valores correspondientes del mismo mes de 2019; la caída de producción de acero crudo fue de 75% y de más de 70% en laminados fríos y calientes; en automotriz, caída de producción de 100% en abril, 84% en mayo; y en consumo, la serie tuvo una sensible caída en el mes de marzo (-19%), levemente profundizada en abril (-22%).
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NOTA AL PIE
